En una conferencia de prensa ofrecida el martes en Bagdad, Yafari informó de que su gobierno ha abierto una investigación especial sobre las presuntas torturas sobre 173 prisioneros que fueron encontrados encerrados en un búnker del Ministerio del Interior en Bagdad, muchos de ellos golpeados y desnutridos y otros aparentemente torturados..

Estas declaraciones tuvieron lugar 24 horas después de que el ministerio de Interior informase de los interrogatorios a varios oficiales presuntamente implicados en los malos tratos contra los presos, quienes estaban acusados de haber cometido atentados en el país.

Descubiertos por tropas estadounidenses

Los detenidos fueron descubiertos en la noche del domingo durante una redada de tropas estadounidenses que estaban busando a un adolescente perdido.

Los reos fueron hallados en una celda subterránea cerca de un complejo del Ministerio del Interior en Jadriya, un barrio del centro de Bagdad.

Antes de las declaraciones del primer ministro iraquí, un viceministro del Interior cifró el número de prisioneros en 161 y dijo que estaba conmovido por el tratamiento que habían recibido.

"Fueron tratados de una manera inapropiada... se abusó de ellos", dijo Husein Kamal, "Vi señales de abusos físicos por palizas brutales, uno o dos detenidos estaban paralizados y algunos no tenían piel en varias partes del cuerpo".

Tratamiento médico

Kamal dijo que los detenidos habían sido todos originalmente arrestados con órdenes de captura, pero no dijo cuándo.

Ahora fueron llevados a otras instalaciones y estaban recibiendo tratamiento médico. No estaba claro por qué habían sido detenidos. La mayoría son sospechosos de apoyar la insurgencia árabe suní contra el Gobierno liderado por chiíes y kurdos.

La minoría suní de Irak ha acusado a las milicias vinculadas con el Ministerio del Interior comandado por chiíes y a partidos políticos de esa etnia de hacer redadas contra suníes y detenerlos sin cargos. El Gobierno negó las acusaciones.

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