Jóvenes alergólogos premiados por la sociedad española de alergia

Congreso de rinoconjuntivitis en sevilla.
Clara Isabel Pérez Padilla

29 años. Malagueña

Alergia al clarinete. «El caso clínico premiado lo hice sobre una paciente de nueve años, alérgica a la boquilla del clarinete, instrumento que adora. A la niña se le hinchaban los labios. Descubrimos que la caña de la boquilla estaba hecha con una gramínea y, como ella era alérgica a los pólenes, le daba reacción. Ahora, la niña sigue tocando el clarinete, pero con boquilla de plástico».

Marisa Fuentes Vallejo

30 años, Gaditana

Alergia a los medicamentos. «Investigué en el hospital Carlos Haya de Málaga. Mi caso era el de una paciente cardiaca que se sometió a una prueba de corazón y tuvo problemas. Le dio hasta fiebre. En principio se pensó que era por culpa de un antibiótico, hasta que, tras realizar varios estudios, comprobamos que era alérgica a un medicamento, al iomeprol, que le dio reacción».

Sara Garrido Fernández

29 años. Riojana

Alergia sistemática. «El señor tenía un problema neurológico. Tras someterse a muchas pruebas se le detectó una mielitis atópica (inflamación de la médula espinal de causa alérgica). Es una enfermedad muy nueva cuyos primeros casos se han detectado en Japón. Le pusimos un tratamiento de Inmunoglobulina y recobró la capacidad de las extremidades. Fue como un Lázaro».

Andrea Vereda Ortiz

28 años, Madrileña

Alergia alimentaria. «El paciente trabaja desde hace 30 años en las naves de verdura de Mercamadrid. Desde hace cinco, cada vez que entran setas (Pleurotus) le dan ataques de asma. Las trajo a la consulta, le hicimos las pruebas y medimos las proteínas del mercado. Lo que le da reacción son las esporas, así que puede comerlas».

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