Lo conocían desde hacía treinta años. Muchos incluso se tomaban algo con él a mediodía en el bar. Todos le confiaron sus ahorros. Desde el jueves, Abel F. este director de la oficina de Bancorreos ha desaparecido con el dinero de decenas de personas.

La historia ha tenido lugar en el municipio extremeño de Madrigalejo (Cáceres). Allí el director de Bancorreos se encuentra en paradero desconocido tras haber estafado, supuestamente, a sus clientes y vecinos.  Aún no hay un número exacto de afectados, aunque, de momento, rondan los treinta o cuarenta, "aunque cada día llegan más", aseguran las víctimas.  Tampoco se ha cuantificado la cantidad estafada, pero cálculos extraoficiales estiman que "podría superar el millón de euros", mucho para un pueblo de 2.000 habitantes.

María y Agustín, dueños de un bar de la localidad, consideraban al empleado de banca como "amigo" y se habían tomado "vinos" con él en numerosas ocasiones. Ahora les han dejado con apenas 50 euros en sus cuentas y el supuesto estafador se habría llevado hasta el dinero "de una beca de estudios que le concedieron a su hijo", según declararon a 20minutos.es.

Responsables de la Delegación del Gobierno en Extremadura han señalado que el caso consistiría en una supuesta estafa y una posible falsificación de documentos.

El director de la entidad desapareció el pasado jueves dejando únicamente una nota en la que exculpaba a sus compañeros de sus engaños, según informa el diario Hoy. Tras de él, dejaba a su mujer y a sus hijos.  Días después, su paradero sigue siendo un misterio, aunque algunos medios aseguran que su esposa conocería dónde se encuentra.

Juan Manuel, un ganadero afectado, asegura que tenía "una confianza de familia" con el evadido y explica a 20minutos.es que le convenció para meter sus ahorros en el banco: "Ahora me entero de que cogía el dinero, pero éste no pasaba por el banco".

La confianza hacía que los vecinos no sospecharan cuando al ingresar dinero no recibían recibos o al ver que sus contratos eran un mero folio. Varios vecinos comenzaron a exigir su dinero y él les puso excusas y retrasaba la entrega del efectivo; por ello, marcharon a otra oficina en otro pueblo y descubrieron que sus cuentas no disponía del dinero que ellos creían. El pasado jueves, el director de la sucursal abandonaba el pueblo.

Bancorreos ha interpuesto una denuncia por lo sucedido, está atendiendo las reclamaciones de los afectados  y recopilando información sobre las "malas prácticas  del empleado" y las "irregularidades" ocurridas en la entidad.

Mientras tanto, los afectados, tras denunciar lo sucedido a la Guardia Civil se intentan agrupar y buscan abogados que los representen legalmente.