Pequeños, grandes, de pie, de pared, biselados, con marco, de bronce, pulidos, a medida, con formas... infinidad de opciones que pueden ayudarnos, entre otras, a agrandar el espacio y darle profundidad a la estancia. Los espejos dotan de más luz a los interiores, reflejando la que pasa a través de fuentes naturales o artificiales y rebotándola por toda la habitación.
Sea cual sea el tamaño de la estancia, le dotan de un estilo luminoso y fresco, haciéndola mucho más acogedora. Los espejos también pueden ayudar en la tarea de recalcar un detalle o un rincón determinado del lugar, mediante su reflejo, haciendo que este se vea desde distintas perspectivas.
Según explican en Fotocasa, los espejos son un elemento de gran utilidad a la hora de decorar nuestra casa, sin embargo, y para beneficiarnos de sus propiedades, deberemos tener en cuenta dónde y cómo lo colocaremos.
La ubicación perfecta
Si lo que queremos es expandir visualmente el espacio disponible, deberemos colocar el espejo en una pared, siempre frente a una pared decorada, para
evitar dar una sensación de frialdad. Colocarlos en ambas paredes sería un error, ya que sobrecargaríamos el ambiente.
Los espejos resultan ideales en habitáculos con poca profundidad, colocados frente a la puerta, de manera tal que, al abrirla, refleje el resto. Frente a una ventana, trasladará a la estancia el paisaje exterior, además de expandir la luz natural y de dar una sensación de espacio abierto.
Dentro de vitrinas de cristal, logrará dar una nueva visión de aquellos objetos expuestos. Una imagen en tres dimensiones que dotarán de una sensación muy realista a estos. Sin embargo, colocados en un muro o columna, hará que desaparezca tal elemento, creando una continuidad en el espacio y expandiendo la habitación.
El tamaño, acabado y la forma también influirán en las propiedades de estos. Así pues, si queremos agrandar una estancia, lo ideal será colocar un espejo sin molduras, para que el efecto sea más impactante. Los bordes también afectan, así los biselados le dan un toque elegante y los pulidos uno más moderno y vanguardista.
Una forma muy creativa de colgarlos, que da una imagen muy interesante de los reflejos, es inclinándolos ligeramente hacia delante. Otra forma muy de moda en espejos y obras de arte es apoyándolos de manera estable en muebles bajos y amplios como aparadores. Hemos de recordar, de todas formas, que debemos tener cuidado con ubicarlos en lugares donde puedan romperse o representen un peligro para las personas.
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