PP-A acusa a Junta de iniciar un camino "encubierto hacia subida de impuestos" y exige una rebaja selectiva del Gobierno

El PP-A acusó hoy al Gobierno de José Antonio Griñán de haber iniciado un "camino encubierto hacia la subida de impuestos en la comunidad", con la aprobación ayer de un decreto ley sobre medidas tributarias, al tiempo que demandará en el Pleno del Parlamento de la próxima semana que la Junta inste al Ejecutivo central a acometer una rebaja selectiva de impuestos que contribuya a paliar los efectos de la crisis económica.

La portavoz del grupo popular en el Parlamento, Esperanza Oña, manifestó en rueda de prensa que es realmente "sorprendente" que la Junta se "vanagloriara" ayer de acometer unas reformas fiscales que sólo van a beneficiar a algo más de 23.000 personas, lo que es "ridículo" y claramente "criticable".

Explicó que el PP-A llevará al próximo Pleno del Parlamento una proposición no de Ley planteando que el Ejecutivo andaluz demande al Gobierno central 27 medidas de rebajas de impuestos que realmente sirvan para dar una respuesta ante la crisis económica. Apuntó que esas medidas sí persiguen beneficiar al cien por cien de la población y no a un "número insignificante" de andaluces, como persigue la Junta con sus reformas fiscales.

Esta iniciativa, según recalcó, es una muestra clara de que el PP-A pretende en todo momento "arrimar el hombro" en la lucha contra la crisis económica y agregó que, en modo alguno, se le puede calificar del partido del 'no', sino más bien del sí, ya que constantemente está planteando soluciones y poniendo medidas sobre la mesa.

En cuanto al contenido de la proposición no de Ley, las 27 medidas están distribuidas en siete apartados, relativos a fomento de la creación de empleo y la competitividad del sistema productivo español, reduciendo de forma permanente en dos puntos la cotización empresarial a la Seguridad Social; apoyo a los sectores productivos en crisis; favorecer la fiscalidad de los emprendedores, en especial las Pymes y autónomos; atenuar los efectos de la morosidad; fomentar el ahorro; rectificar la subida de impuestos ante la actual situación de crisis, e intensificar la lucha contra el fraude y mejorar la gestión tributaria.

Entre las actuaciones de apoyo a los sectores productivos en crisis, el PP-A plantea la aplicación del tipo del IVA superreducido (4%), de acuerdo con la normativa comunitaria, a los servicios de hostelería, acampamiento y balneario, los de restaurantes y, en general, el suministro de comidas y bebidas para consumir en el acto.

Para favorecer la fiscalidad de los emprendedores, los populares incluyen, por ejemplo, la reducción del 20 por ciento, de forma permanente y sin condiciones adicionales, el tipo impositivo en el Impuesto sobre Sociedades a las Pymes, así como ampliando desde los 120.202,41 euros actuales a 300.000 la base imponible máxima por la que se tributará a este tipo reducido, y ampliando la consideración de empresa de reducida dimensión, a los efectos del beneficio de este régimen especial, a aquellas cuyo importe neto de la cifra de negocios sea inferior a 12 millones de euros, en vez de los 8 millones que se requieren en la actualidad.

En relación con el fomento del ahorro, el grupo popular estima que el Gobierno debe crear una nueva deducción en el IRPF del 10% de las cantidades que se depositen en entidades de crédito, en cuentas que cumplan los requisitos de formalización y disposición que se establezcan reglamentariamente, siempre que se destinen al ahorro a medio y largo plazo, con el límite de 10.000 euros anuales.

Para Oña, los últimos "ajustes fiscales" que ha planteado el Gobierno de Rodríguez Zapatero están teniendo ya efectos muy negativos para las familias, toda vez que la supresión de la deducción fiscal de los 400 euros para las rentas de trabajo ha provocado que más de 11 millones de trabajadores y jubilados hayan visto reducida su nómina a fin de mes.

Se mostró segura de que "lo peor vendrá a partir del 1 de julio, fecha en la que tendrá efectos la subida del Impuesto sobre el Valor Añadido, principal impuesto que grava el consumo, lo que se traducirá, o en una merma de los ya reducidos márgenes empresariales y probablemente en más destrucción de empleo o en una subida de los precios, lo que afectaría directamente a los consumidores".

Para Oña, "subir los impuestos en un entorno socioeconómico como el actual provocará un retraso en la recuperación", apuntando que en etapas de crisis, sólo "las bajadas selectivas de impuestos pueden incentivar la actividad económica y, a la postre, la creación de empleo, favoreciéndose de este modo un incremento en la recaudación impositiva y, con ella, la reducción del déficit".

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