En un comunicado, Arana afirmó que tras 30 años de autonomía, los municipios vascos están en una posición de "clara inferioridad" respecto a los otros niveles administrativos de la comunidad autónoma ya que, "año tras año, los ayuntamientos han ido asumiendo competencias que no les correspondían, como inmigración, educación infantil, medio ambiente y ayudas sociales, sin que este esfuerzo haya sido acompañado de una financiación adecuada".

El dirigente de EB subrayó que "la falta de presupuesto en estas áreas, unido a las rebajas fiscales decididas por las Juntas Generales y la crisis económica, ha puesto a los ayuntamientos vascos en una muy grave situación económica".

En ese sentido, consideró "urgente" la aprobación de una Ley Municipal que, para Ezker Batua, "debe basarse en el reconocimiento del importante papel de los municipios, dotarles de mayor autonomía y garantizarles recursos suficientes para hacer frente a sus compromisos ante la ciudadanía de cara a permitir mejorar su calidad de vida".

Arana recordó que, la pasada legislatura, el proyecto de Ley aprobado por el Gobierno vasco y consensuado con Eudel fue rechazado por la acción de las diputaciones, "que no querían perder su papel preponderante ni tocar la LTH, que les garantiza esa posición privilegiada".

En este sentido, explicó que, en el nuevo proceso iniciado esta legislatura, Eudel ha propuesto como posibilidad que la nueva Ley Municipal modifique la LTH para reflejar en su articulado el papel de los municipios vascos, la atribución de competencias propias y la garantía de sus mecanismos de financiación.

Ezker Batua apuesta por esta vía, al considerar necesario la reforma de la LTH ya que, según Arana, "no es admisible la situación actual en que, por ejemplo, en cada territorio histórico se da un nivel distinto de financiación municipal y, por tanto, de servicios a la ciudadanía".

Por último, el dirigente de EB explicó que prevé una situación de bloqueo por el anuncio del PNV de que no apoyará ninguna Ley Municipal que suponga una reforma de la LTH. Por ello, consideró que el Gobierno vasco "tiene el deber de no ceder a la presiones de las Diputaciones para garantizar la presentación a tiempo en el Parlamento del proyecto de Ley".