El Maratón del Sáhara, una carrera cargada de solidaridad en el desierto

  • Su misión: llevar ayuda a los campos de refugiados de Argelia.
  • La décima edición fue disputada por 878 atletas de 25 países.
  • El corredor más famoso fue el ex futbolista Iván Helguera.
Los atletas corren por el desierto argelino.
Los atletas corren por el desierto argelino.
CARRASCOSA FOTÓGRAFOS
Los atletas corren por el desierto argelino.

A pesar de que el 22 de febrero cumplió diez años, el primer objetivo del Maratón del Sáhara es no volver a celebrarse. Su desaparición significaría que el Sáhara Occidental es independiente y explicaría las palabras de Andy y Samba, dos saharauis de 20 años.

El primero estudia 2.º de Bachillerato en Málaga y el segundo trabaja en un supermercado de Sevilla. "No corremos para ganar, sino por la libertad".

878 atletas de 25 nacionalidades disputaron el X Maratón del Sáhara, atraídos por la voluntad solidaria de la carrera y por la dureza de los 42,195 kilómetros a través del inhóspito desierto de Argelia, cerca de Tinduf, donde se encuentran los cuatro campos de refugiados y en los que los corredores convivían con las familias saharauis en sus jaimas.

El participante más joven fue el guipuzcoano de nueve años Eritz Gárate, quien hizo 21 kilómetros en bici acompañando a su madre, Aitziber. Su primo, Gorka, de diez, corrió cinco kilómetros. Los dos recalcan que "los saharauis no tienen nada y siempre están contentos y riendo. Ayudando".

"Venir aquí es venir a algo más que a correr", explica Manuela Vos, maratoniana de origen holandés de 41 años, que recaudó en una carrera solidaria en el colegio madrileño de sus tres hijos (Escuelas Aguirre) 7.580 1 para comprar material escolar. "Creía que sólo llegaría a 500. Con lo que hemos logrado, hay dinero suficiente para cinco colegios".

Si otros años fueron los atletas Abel Antón y Martín Fiz los nombres más conocidos del Maratón del Sáhara, este año, el ex futbolista del Madrid Iván Helguera hizo vibrar de alegría a un pueblo amante de la Liga española: "He venido con un grupo de amigos médicos de Cantabria. Hemos traído medicamentos para varios hospitales". Además, el Maratón inauguró una escuela de deporte y un centro juvenil.

Cada corredor tenía su reto en el Sáhara. El del madrileño David Jiménez, 36 años y diabético, era "demostrar que se puede hacer deporte con diabetes. No es un impedimento". Prueba superada: acabó el Maratón.

5 preguntas a Iván Helguera

Helguera 120 x 100¿Cómo se preparó para el Maratón?
La última semana corrí media hora al día. Habitualmente, hago 50 o 100 km en bici.

¿Lo ha pasado mal?
Era mi primera vez en el desierto y los últimos cinco kilómetros han sido eternos.

¿Qué ha sido lo peor?

Las piernas se me cargaron muchísimo de correr por la arena. Y tengo callos por todos los lados.

¿Qué tal la convivencia con las familias?

Los saharauis son un pueblo maravilloso. Te dan lo poco que tienen. En España, deberíamos aprender mucho de ellos.

¿Qué ha comido?

El primer día, nos mataron una cabra y nos la cenamos. También he probado el camello. Es como la ternera, pero con un sabor más fuerte y carne más dura.

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