Emakunde dice que uno de los efectos "perversos" de las medidas de conciliación es "el incremento de la brecha salarial"

Denuncia el "escaso" impulso de actuaciones de conciliación y corresponsabilidad por parte de las administraciones

La directora del Instituto vasco de la Mujer- Emakunde, María Silvestre, alertó hoy de que uno de los "efectos perversos" de las medidas de conciliación laboral y familiar es "el incremento de la brecha salarial", ya que "sólo las mujeres viven como necesaria la conciliación, lo que les lleva a reducciones de jornadas y excedencias que incrementan la media de la distancia de género en ingresos salariales".

Silvestre compareció hoy ante la Comisión de Políticas Sociales, Trabajo e Igualdad del Parlamento vasco para presentar la Memoria de actuación de los poderes públicos en 2008 en ejecución del IV Plan de acción positiva para las mujeres de la Comunidad Autónoma vasca, y el Informe de cifras sobre la situación de las mujeres y hombres referente al año 2008.

Con motivo del día internacional de la Mujer, la directora de Emakunde insistió en la necesidad de "construir la igualdad desde la diferencia y que ninguna diferencia se construya como discriminación, y menos por ser hombre o mujer".

Asimismo, recordó que el IV Plan de acción positiva para las mujeres de la Comunidad Autónoma vasca se redactó con la Ley de igualdad ya aprobada, y consideró que se trata de un texto "muy ambicioso", con una metodología "muy cuidada" pero que dio un resultado "muy denso y demasiado ambicioso para ponerlo en marcha en una sola legislatura".

Por ello, avanzó que el V Plan que Emakunde se encuentra preparando, incidirá en la puesta en marcha de la legislación con el objetivo de socializar la aplicación de políticas de igualdad. "Se trata de un plan continuista que tratará de evitar que la Administración se centre en la metodología de trabajo de la transversalidad de la perspectiva de género", apuntó.

Silvestre apostó también por enmarcar la corresponsabilidad dentro de la sociedad, ya que en la actualidad "uno de los efectos perversos que están teniendo las medidas de conciliación es, contradictoriamente, el incremento de la brecha salarial, por el hecho de que sólo las mujeres viven como necesaria la conciliación, lo que les lleva a reducciones de jornadas y excedencias que incrementan la media de la distancia de género en ingresos salariales".

En este sentido, recordó que el lema de esta jornada 8 de marzo es 'muchas horas y poco tiempo'. "Son muchas horas para trabajar, para dedicar a la vida productiva y poco tiempo para vivir", indicó.

Efecto de la crisis silvestre hizo referencia también a los efectos de la crisis económica en los hombres y las mujeres, y consideró un "falso estereotipo" afirmar que la crisis afecta más a hombres que a mujeres, por el hecho de que los sectores productivos más afectados hayan sido el sector automovilístico y de la construcción.

"Esto ha supuesto el desempleo de muchos hombres pero también la pobreza de muchas familias que han perdido uno de los sueldos que suele ser el mayor, porque es el del hombre". En concreto, afirmó que de acuerdo con la Encuesta de Estructura salarial, la diferencia salarial media anual de mujeres y hombres en 2006 es de 7.365 euros.

Además, señaló que esta situación ha provocado que muchas mujeres hayan salido a buscar trabajo de forma precaria, parcial o sin contrato. Sin embargo, lamentó que el número de horas dedicadas al trabajo doméstico de hombres no ocupados sigue siendo menor que el de las mujeres desocupadas y detalló que "incluso se siguen sin incrementar en las familias donde es el hombre quien ha perdido el trabajo, la mujer sigue trabajando, y a su vez es quien se responsabiliza de la gestión de lo privado".

Memoria de actuacion por otro lado, subrayó que la memoria de actuación de los poderes públicos revela que si en 2007 el número de actuaciones realizadas por los poderes públicos vinculadas a la igualdad de mujeres y hombres experimentó un incremento del 46 por ciento, en 2008 "apenas se produjeron cambios".

La memoria señala que las acciones dirigidas a potenciar a las mujeres en la sociedad son las actuaciones "más importantes", sobre todo en la administración local. Estas acciones están dirigidas a propiciar el asociacionismo de las mujeres en general, vinculadas a lo cultural o al desarrollo personas y, en el caso de las diputaciones también a la potenciación de las mujeres en riesgo de exclusión, a través de la búsqueda de recursos económicos o sociales.

Por el contrario, salvo en el empleo, Emakunde considera que son "pocas" las actuaciones dirigidas a propiciar la potenciación de las mujeres en otros ámbitos como el de la Salud o la Educación.

Respecto a la conciliación y la corresponsabilidad, Emakunde señala la "escasa" presencia en las actuaciones realizadas desde las tres administraciones vascas, ya que apenas supone el 6 por ciento de los programas ejecutados. Por ello, consideró "preocupante " esta situación, ya que "es una área considerada clave para avanzar en la igualdad de hombres y mujeres".

En este sentido, afirmó que "la escasa presencia de los hombres en el trabajo doméstico y del cuidado de las personas, supone una barrera importante para el acceso y la promoción de las mujeres en el empleo, o para su participación en los ámbitos de decisión políticos, económicos y/o culturales".

Además, señala que "la organización social y laboral actual, anclada en modelos familiares tradicionales, que enmarca a la mujer en el ámbito privado y al varón en el público, junto a la falta de recursos socio-comunitarios suficientes, impide la posibilidad de que exista una verdadera y tranquila conciliación de la vida personal, familiar y laboral de las personas".

Violencia machista la memoria revela que en los últimos años, las actuaciones relacionadas con la violencia contra las mujeres se han consolidado "de manera importante" en los tres niveles administrativos, con un mantenimiento del 20 por ciento del total de recursos destinados.

A este respecto, indicó que el informe de cifras sobre la situación de las mujeres y hombres de 2008, revela que en dicho año se registraron 4.375 denuncias por delitos y faltas por episodios de violencia y malos tratos a mujeres y precisó que "el incremento de denuncias no significa que exista un aumento de la violencia sino una incremento de la conciencia de las mujeres que se encuentran en este tipo de situaciones".

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