Helena Bonham Carter ha declarado sentir "miedo" de padecer una "enfermedad mental"; y es que, según la propia actriz ha contado en una entrevista, tiene "posibilidades" para ello.

La pareja del director de cine Tim Burton ha declarado que su hipocondría está fundamentada, ya que en su familia hay antecedentes de este tipo de trastornos. Al parecer, su madre sufrió una grave crisis hace ya casi 40 años, y a la actriz le da pánico pensar que esta enfermedad sea hereditaria.

"Hay varios antecedentes de enfermedades mentales en nuestra familia. Mi madre, mi abuela y mi bisabuela que yo sepa", explica Bonham Carter; "Creo que es algo genético", añade.

De momento, la protagonista de cintas como Sweeney Todd no ha sufrido ninguna de estas crisis, aunque sí padeció una depresión a los 18 años, una experiencia que, como ha declarado, no le gustó nada. "Estuve bajo vigilancia constante y me sentí muy aislada porque estaba completamente fuera de mis amigos más cercanos", recuerda la actriz.

De lo que no está segura es de si esta terapia le llegó a servir de algo y todavía, 26 años después, sigue costándole hablar sobre el tema. "Es algo que pasó. Encuentras un camino para salir de ello, pero aún así es difícil hablar sobre ello".

Excentricidades de una pareja de estrellas

Quizás como una medida para evitar, precisamente, volverse locos con la convivencia, Helena Bonham Carter y Tim Burton tomaron en su día la decisión de vivir en viviendas separadas; en realidad, se trata de una  misma casa, pero dividida.

La pareja más excéntrica de Hollywood no podía vivir en una casa normal. Ambos residen en Londres, pero han transformado su casa en tres viviendas independientes: una para Burton, otra para Bonham Carter y otra para sus dos hijos y la niñera.

Un estilo de vida que para la actriz tiene "todo el sentido del mundo", como ha contado en The Sunday Telegraph. "No le encuentro nada de raro. Si te lo puedes permitir, ¿por qué no vas a tener tu propio espacio?", apunta.

La original división de su vivienda en "territorios separados" -como ellos lo llaman-tiene también un objetivo decorativo. Así, la actriz comenta que su marido opta por adornar su casa con "esqueletos o luces extrañas": "Es como pasar de la tierra de los vivos a la tierra de los muertos. Ha puesto luces de neón para iluminar la penumbra", dice.

A la hora de dormir, la actriz apunta de nuevo a la utilidad de estos hábitos domésticos : "Yo hablo, él ronca. Y además mi marido sufre de insomnio con lo que tiene que ver la televisión hasta quedarse dormido y yo necesito silencio".