Según informó hoy la policía autonómica, con su detención resuelven hasta 13 robos que se habían registrado en la demarcación, después que el Obispado de Girona recomendara a todos sus párrocos que extremaran las precauciones ante la oleada de intentos de robo en iglesias.

La madrugada del 2 de marzo los Mossos de Girona fueron alertados de un robo en un establecimiento de Celrà y al llegar localizaron al joven escondido en el patio de una escuela muy cercana.

Tras comprobar su identidad y ahondar en las investigaciones, los Mossos descubrieron que el joven había cometido dos robos más esa misma noche —en un restaurante y una parroquia de Viladesens (Gironès)— y corroboraron que en el robo de Celrà había actuado con la mujer, que lo esperaba en un coche.

Los investigadores identificaron al joven como presunto autor de otro robo en un local social de Jafre, un restaurante y una iglesia de Púbol, un restaurante y una iglesia de Monells, el centro médico-social de Vilopriu y otro local y una iglesia de La Pera.

La mujer también participó en los robos de las iglesias de La Pera y Púbol, ambas parroquias de núcleos urbanos poco habitados.

Los dos jóvenes, con antecedentes, pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de Girona y Juan Antonio ingresó finalmente en prisión.