Un día después del comienzo en Cataluña del debate sobra la prohibición de las corridas de toros en esta comunidad, el cruce de argumentos a favor y en contra por parte de los ponentes está llegando a su punto álgido. En este segundo día de comparecencias, les ha tocado el turno a los partidarios de la abolición de esta práctica.

Por un lado, el catedrático de Filosofía del Derecho Francisco Javier de Lucas ha asegurado que el daño que se causa a los toros bravos en las corridas "es inadmisible" desde un punto de vista de jerarquía jurídica, y sin negar que esta tradición pueda ser considerada cultura o arte, la ha calificado también de tortura.

Por su parte, el filósofo y catedrático de la Universidad de Barcelona Norberto Bilbeny ha manifestado que las emociones de los taurinos aunque puedan ser comprensibles "no valen tanto como la dignidad de la vida" y ha remarcado que no todas las emociones pueden tener "amparo legal", sobre todo si éstas son "incompatibles con la moral" como, a su juicio, ocurre con las corridas.

Bilbeny ha remarcado que no quería criminalizar a los taurinos, a quien, no obstante, ha animado a que se quiten "la venda de los ojos" para comprobar "el dolor que conlleva este espectáculo" y les ha advertido de que "el negacionismo" es el último recurso de lo inaceptable, "aunque sea de un orden menor" y no sea comparable "ni de lejos", ha puntualizado, al del holocausto o de los malos tratos.

El vicepresidente de la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia, José Enrique Zaldívar, ha descrito de forma pormenorizada los daños que las distintas artes de la lidia provocan en un toro bravo, y ha puesto como ejemplo que una res de 500 kilos puede llegar a perder de 3 a 7 litros de sangre con los puyazos, o como el estoque provoca que el animal se ahogue en su propia sangre: "el toro siempre muere por asfixia".

Otro de los ponentes, Pablo de Lora, profesor de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid, ha rebatido los argumentos presentados este miércoles por los defensores de la fiesta nacional. "La pervivencia de los toros muestra la esquizofrenia moral que padecemos en nuestras relaciones con los animales", ha asegurado De Lora, que se ha preguntado "¿Qué se dirá de nosotros dentro de unos años?".

En la línea contraria se ha mostrado el Gobierno de la Comunidad de Madrid, que ha acordado este jueves iniciar los trámites para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) la fiesta de los toros.