Ni chino ni árabe ni hindi, la Torre de Babel madrileña hablará hoy en el castellano de Cervantes para decir alto y claro: «No al cierre del barrio. Sí a la movilidad», y que el alcalde Alberto Ruiz Gallardón lo entienda a la primera.

Protestar contra el plan municipal de restricción del tráfico en la zona –que según las asociaciones convocantes(vecinales y de comerciantes, tanto chinos como madrileños) no solucionará los problemas de los residentes y perjudicará a los empresarios– es el objetivo de la manifestación que discurrirá desde Tirso de Molina hasta la plaza de la Villa, entre las 12 y las 15.30 horas, una franja horaria en la que muchos negocios del barrio estarán cerrados.

Hasta 2.000 personas se espera que participen en esta marcha multirracial que reúne a asiáticos, españoles, sudamericanos y africanos, y que será recordada como la primera de toda Europa abanderada por chinos.

1.500 negocios en peligro

Si a los 800 comercios mayoristas se suman las tiendas tradicionales y los locales de hostelería, son casi 1.500 los negocios que se verían afectados por el cierre al tráfico de Lavapiés. Una experiencia que ya ha sufrido el barrio de Las Letras y cuyos vecinos apoyan la protesta de hoy.

Quienes no lo hacen son aquellos comerciantes que creen que la peatonalización ahuyentará a la competencia, y los residentes que no soportan el ruido, la suciedad y las molestias de la carga y descarga.

Los trabajadores dan la cara

Jiang Yong Cui

Comerciante de la calle Duque de Alba

«Vamos a manifestarnos para que no peatonalicen el barrio, porque si no nos dejan entrar con el coche para cargar y descargar, tendremos que cerrar. Aquí trabajamos tres personas todos los días de la semana, salvo las tardes del sábado y el domingo, porque debemos pagar 6.000€ mensuales de alquiler».

Agustín Méndez

Comerciante de la plaza de Cascorro

«Estoy a favor del plan de Gallardón porque esto es un gueto: venden chinos y compran gitanos. La calle es de ellos,  obstaculizan el tráfico con sus furgonetas, no te dejan pasar y tienen el barrio asqueroso. Esta es la tienda de deportes más antigua de Madrid, es de 1931, pero cada día vendemos menos».

Ana P.

Vendedora ambulante

«A los gitanos nos benefician mucho los comercios de mayoristas chinos del barrio de Lavapiés, porque yo compro aquí las prendas a 7€ y las intento vender a 15€ en el mercadillo ambulante en el que trabajo. Es mejor ganarse la vida así que estar robando, mendigando o maleando».

Alfredo Fernández

Encargado de la cafetería Pavón

«Nosotros nos vamos a manifestar junto a los comerciantes mayoristas chinos, porque sus tiendas atraen a mucho público que tarde o temprano acaba entrando a tomar un café. Cerrar el barrio al tráfico nos perjudicaría muchísimo a todos, comerciantes, hosteleros y vecinos».