Daniel tenía el carné de conducir desde hacía sólo dos meses. Circulando por la A2 a la altura de Alcalá de Henares sufrió un accidente. Su móvil no tenía saldo y aunque se pueden hacer llamadas de emergencia al 112 sin éste, decidió alertar de su sitación gracias a un poste SOS de la carretera, desde el que le atendieron y avisaron a su madre.

Como Daniel, unas 12.000 personas usan cada año en España uno de estos postes, que llevan en servicio en nuestras carreteras desde 1984. Sin embargo, estos centinelas del asfalto están en pleno declive. La llegada de la telefonía móvil ha hecho que el uso de estos aparatos haya descendido drásticamente, y con ello, su número.

En los últimos tres años el número de llamadas ha pasado de las 15.700 recibidas en 2007 a las 11.800 que se atendieron en 2009, según datos de la Dirección General de Tráfico. Estos postes de auxilio en carretera se sitúan en nuestro país en las autopistas y autovías, a una distancia de unos dos kilómetros y alternándose su colocación en cada sentido.

Pero la falta de uso ha hecho que descienda el número de aparatos instalados. Actualmente hay 5.390 postes SOS, unos 1.500 menos que en 2007. Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados asegura que el sistema de alerta por postes está en desuso y superado por la “universalización de la telefonía móvil”.

Y es que los postes SOS, que en su momento “eran necesarios”, en opinión de Arnaldo, tienen sus desventajas, como que obligan al usuario a desplazarse por la vía para llegar hasta ellos, cosa que no ocurre con el teléfono móvil. Además, hace ver el presidente de AEA, conllevan un alto coste de mantenimiento.

Los postes SOS pueden tener uno o dos botones, dependiendo del modelo. En el primer caso este botón pone en contacto, de forma gratuita, al usuario con el centro de gestión del área de influencia, que tramita la solicitud o la emergencia del usuario. En esos centros hay siempre un operador dedicado a atender las llamadas procedentes de los postes. En el segundo caso, los botones distinguen entre asistencia mecánica o sanitaria.

Aunque su uso ha descendido, aún tienen una importante función. La mayoría de las llamadas que se reciben desde estos aparatos proceden de zonas de gran atracción turística, como Baleares, Málaga, Murcia, Cádiz… Y es que los principales usuarios de los postes SOS son los extranjeros de paso, turistas, que o bien no conocen el número de emergencias, no saben marcar con su móvil en un país distinto al suyo o no han activado su servicio roaming.

Además, los postes SOS son universales y se pueden encontrar en la mayoría de países desarrollados, por lo que en caso de emergencia suponen un elemento conocido y fiable, que además, genera beneficios para las muchas empresas privadas que se dedican a su desarrollo y mantenimiento y que ofrecen sus servicios a las administraciones.

El futuro: eCall

Al parecer, el futuro de los postes SOS es desaparecer. El móvil ha diezmado su utilidad, pero no es su único enemigo. A partir de 2010, todos los vehículos que se vendan en Europa deberán llevar incorporado el sistema eCall.

Se trata de un hardware instalado en el vehículo que avisa automáticamente cuando ocurre un accidente. Las ventajas de este sistema paneuropeo son evidentes: el usuario ni siquiera tiene que intervenir. Cuando el vehículo registra el incidente, avisa al centro de emergencias y facilita en pocos segundos la localización exacta, hora del siniestro, características del vehículo, etc.

Este sistema será el relevo definitivo de los postes SOS, los centinelas olvidados.