Viaje al centro de Correos, el gran buzón de las misivas de los madrileños

  • La planta tiene 32.000 metros cuadrados.
  • En el edificio se procesan cada día cerca de 5 millones de envíos.
  • Todo está totalmente informatizado.
Una empleada recogiendo cartas.
Una empleada recogiendo cartas.
JORGE PARÍS
Una empleada recogiendo cartas.

Dicen que las últimas cosas de las que se deshace el ser humano es de las cartas. Pese a ser productos sin fecha de caducidad, la importancia de su contenido (una herencia, una declaración de amor...) hizo que durante siglos gente de todas las épocas esperara su llegada con ansiedad.

En los tiempos del e-mail y del Facebook, lo de los envíos postales puede parecer tan vetusto como Miguel Strogoff recorriendo Siberia. Pero no se engañen, las cartas escritas de puño y letra siguen gozando de una salud excelente, y el tratamiento de sus envíos consta de una tecnología que parece recién salida de una estación espacial.

"No es como la carne y el pescado, pero si una misiva tarda más de un día en entregarse, empieza a oler. Aquí nos encargamos de que eso no ocurra. Por eso la limpieza y el orden son fundamentales", asegura Pedro Sánchez, director del Centro Automatizado de Correos (CTA) de Madrid, situado en el polígono industrial de Vallecas.

Cinco millones de cartas

En este enorme buzón de 32.000 m2 se tramitan y expiden a diario cinco millones de cartas. En España hay otros 16 más, pero éste es el más grande y, seguramente, también el más moderno. Imagínese el proceso: un sistema informático identifica a velocidad de vértigo el destino de las cartas y los certificados, leyendo el código postal y la dirección de los sobres, y encajonándolos luego en varias casillas correspondientes a las provincias y códigos postales de todo el país.

El sistema es tan infalible que si el dispositivo no es capaz de leer la letra de las cartas, se obtiene una videofotografía del sobre para su reconocimiento manual, el cual dura, como mucho, 14 segundos, gracias a la pericia de los empleados que se encargan de esta tarea.

Hace muchos años, cuando no se contaba con el apoyo de la informática, estos funcionarios debían expedir todo el correo a mano. Sus compañeros les llamaban "los sabios", porque podían averiguar dónde enviar una carta aunque la dirección estuviera incompleta, "a veces les bastaba con saber el nombre del negocio", cuenta Sánchez, "aunque eso ya no pasa tan a menudo. Eran otros tiempos", apostilla.

Muelles de carga

El CTA cuenta además con un muelle de carga y descarga donde decenas de furgonetas y camiones se encargan de recoger las cartas y llevarlas hasta sus destinatarios (gestiona los envíos de Madrid y Castilla-La Mancha, pero llegan correos de toda España y parte del extranjero).

¿Se acuerda de la última vez que le llegó tarde una carta? No, ¿verdad? Dé las gracias a los trabajadores del CTA, los cuales se esfuerzan las 24 horas de cada uno de los 365 días del año para que sus cartas de amor escritas a puño y letra sean las primeras en llegar... y las últimas en irse.

  • Ubicación: Polígono Industrial de Vallecas. Camino de Hormigueras
  • Número de empleados: Unos 800
  • Año de puesta en marcha: 2002
  • Tamaño: 32.000 m2 de naves dentro de un área de 65.000 m2 de extensión
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