Romero se refirió en estos términos durante la presentación, en el Parlamento extremeño en Mérida, del libro 'Hablan las víctimas. Una visión íntima', acto en el que estuvo acompañada por Pilar Elías y Jorge Mota, dos de los autores de los testimonios que se recogen en esta publicación, así como del Presidente de la Asamblea Extremeña, Juan Ramón Ferreira Díaz, la teniente de alcalde de Mérida, Estrella Gordillo, y el presidente de la Asociación de Víctimas de Extremadura, Santiago Moriche.

La presidenta de las Juntas de Gipuzkoa consideró que la izquierda abertzale debe dar una respuesta "rápida a una pregunta simple, o política o violencia". "Para esa pregunta sobran palabras y faltan hechos", indicó.

En este sentido, consideró que en el documento 'Zutik Euskal Herria' hecho público esta semana por la izquierda abertzale y en el que se recogen las conclusiones de su proceso de debate interno, "sobra grandilocuencia y se echa en falta la condena a ETA y su repulsa del terrorismo".

"En muchas personas de la izquierda abertzale existe un deseo sincero de hacer política por las vías democráticas y de prescindir de ETA, pero en este momento es necesario algo más que la voluntad, y se precisa una contundente respuesta al uso de la violencia", afirmó.

Además, destacó que la sociedad vasca "aún espera que aquellos miembros de la izquierda abertzale que sinceramente rechacen la barbarie de ETA encuentren la fortaleza para oponerse a ella, liberarse y superar el estado de incapacidad democrática profunda en el que los ha sumido la organización terrorista".

Romero, que mañana formará parte de la comitiva de autoridades que participará en el Acto Solemne de entrega de Condecoraciones a las Víctimas del Terrorismo en Badajoz y que ha sido invitada al mismo por la Dirección de Víctimas del Ministerio del Interior del Gobierno central y la delegación del Gobierno en Extremadura, afirmó no entender "cómo algunos han podido decir que ese comunicado de la izquierda abertzale supone un punto de inflexión".

La presidenta de las Juntas destacó la "incoherencia" entre "la invocación que hace el documento de los principios de Mitchell, utilizados en el proceso de paz del Ulster, y que explicitan la necesidad de la renuncia a la fuerza o a la amenaza, y a la vez ser conniventes con la persecución que más de 42.000 vascos sufren de forma directa en Euskadi por oponerse a la ideología totalitaria de ETA". "Cómo puede ser creíble apostar por la desaparición de la violencia y mantener la existencia de la amenaza", aseveró.

En este sentido, opinó que "no es creíble y me parece un insulto a las víctimas del terrorismo y a la propia sociedad vasca". Asimismo, se mostró "esperanzada" porque "las cosas pueden cambiar y van cambiando" pero, para ello, apuntó como "imprescindible" la elaboración de una memoria pública de las víctimas, impulsada desde los foros de representación de la voluntad ciudadana, como el Parlamento guipuzcoano.

Finalmente, aseguró que "hay que luchar contra el olvido y continuar en nuestro trabajo de construir una memoria pública democrática de la que forman parte esencial las víctimas del terrorismo y la violencia".

"La memoria de las víctimas y del mal a ellas causado nos servirá para construir un relato de lo sucedido en nuestra tierra en el que no se tergiversen las responsabilidades y se sepa la verdad", concluyó.