La presidenta del Parlamento Foral de Guipúzcoa, Rafaela Romero, mostró hoy su reconocimiento tanto al "compromiso" de la familia de José María Latiegui como al del juez Bermúdez, del cual dijo ha estado "siempre en defensa de la democracia y de las víctimas".

Romero dijo, respecto a la expulsión de la familia de Latiegui por parte de Bermúdez durante el juicio contra el etarra Zurutuza, que "las cosas deberían haberse hecho de otra manera, porque las víctimas necesitan ese abrazo cálido" y porque no ve "mala voluntad en las personas que protagonizaron el incidente".

"Me consta que la sala es de una distribución muy difícil y me consta también el compromiso y la lucha de la familia Latiegui, al encontrarse con la situación de que los tribunales, por la aplicación del derecho, digan que no pueden juzgar el asesinato de su familiar porque había prescrito el delito", apostilló Romero en defensa de los familiares.

Sin embargó, la presidenta de la cámara guipuzcoana subrayó que también le consta "el compromiso que el juez Bermúdez ha tenido siempre en defensa de la democracia y de las víctimas del terrorismo". En particular, recordó la "presencia" y la "presidencia" del magistrado en el juicio por el atentado del 11-M. "UNANIMIDAD"

Asimismo, Rafaela Romero se felicitó por la "unanimidad" que considera existe entre los grupos políticos en el Congreso de los Diputados a favor de que no prescriban los delitos de terrorismo. En particular valoró que en el debate para la reforma del Código Penal haya "bastante aproximación" entre los grupos presentes en la Cámara Alta.

Al respecto, consideró que "la violencia se combate únicamente con un compromiso firme de los demócratas que no esté manipulado" por sus "trifulcas" y sus "ideas partidistas", por ello, "si todos han llegado a ese acuerdo es que será bueno para la democracia española y para las víctimas".

La presidenta del Parlamento Foral de Guipúzcoa realizó hoy estas declaraciones a preguntas de los periodistas tras la presentación del libro 'Hablan las víctimas, una versión íntima' en la Asamblea de Extremadura, en Mérida.

Por otro lado, Rafaela Romero afirmó que ETA "últimamente está sufriendo los efectos de una política bien llevada" por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como de las instituciones democráticas.

Esto, según apuntó, "poco a poco ha ido mermando el apoyo social a ETA" y su "capacidad operativa, si matar a personas, niños, mujeres y hombres puede ser calificado como algo susceptible de tener capacidad operativa".

No obstante, afirmó que "a nada que se mueven —los terroristas— son detenidos" y "saben que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están esperando a su próximo movimiento, sea en bici o en patinete, para detenerlos", sentenció.

"discapacitados democráticos"

Al respecto, la presidenta del Parlamento guipuzcoano se refirió a la izquierda abertzale y afirmó que "llevan tanto tiempo influenciados, amenazados, manipulados y anestesiados por ETA, que es la que manda", que, a su juicio, "se han convertido en unos discapacitados democráticos profundos".

Así, dijo también que "no son capaces de hacer política sin condenar a ETA, y sin que ETA les marque cuál es la dirección política". De este modo, señaló que "mientras ellos no condenen la violencia", yo "no" ve "que en ese sentido haya ningún cambio".

Romero indicó que la izquierda abertzale son aquellos que "deben acompañarles —a ETA— desde la política" y "que tienen muchos nombres, porque son Herri Batasuna (HB), o Euskal Erritarrok, o ANV", a quienes se dirigió diciendo que "la velocidad se demuestra andando y corriendo", por lo que "si quieren de verdad elegir entre las bombas y la política, se elige la política" y "se condena a ETA".

Cambio de la sociedad vasca

Preguntada por si la sociedad vasca a cambiado en cuanto al apoyo mostrado hacia la banda terrorista, Rafaela Romero aseguró que "tiene que cambiar mucho" y que "queda mucho por trabajar" puesto que en el último informe del Ararteko (Defensor del Pueblo del País Vasco) "se cifraba en un 18 por ciento el número de jóvenes que apoyan la violencia terrorista de ETA y que la justificaban, la amparaban o mostraban esa indiferencia".

Por ello, señaló que espera conseguir "darle la vuelta" a estos datos "ahora que hay un nuevo gobierno, que quiere, junto con los apoyos en el Parlamento del Partido Popular, emprender lo que es una regeneración democrática de la política y de la sociedad vasca", todo mediante la utilización de "mucha educación en valores" y "en democracia".

Finalmente, recordó que este asunto es un problema tanto de su generación como de la de su hija de diez años, quien según dijo, "convive con niños que entienden que se puede matar a una persona porque piensa diferente".