El actor y también cantante norteamericano Kevin Costner logró reunir este jueves en el Palau de la Música de Barcelona a un público mayoritariamente femenino con motivo de su primer concierto de la gira europea de presentación del segundo disco de su banda, Modern West.

Costner repetirá este sábado en el Palau y el 20 de febrero concluirá sus actuaciones en España en el Palacio de Congresos de la Castellana de Madrid.

Este segundo disco, cuyo lanzamiento está previsto para el próximo 22 de febrero, se titula Turn it on y destila un estilo que se mueve entre el rock y el country, entre el folk y el blues, una música tranquila, agradable que rápidamente te traslada cerveza en mano a cualquier taberna musical del Medio Oeste.

Al contrario que otras estrellas de Hollywood, que incluso han llegado a tocar en grupos más pensados para el marketing que la música, Kevin Costner se mantiene fiel a sus amigos de siempre: John Coinman y Blair Forward, con los que fundó hace veinte años Roving Boy.

A este dúo se sumaron hace cinco años el productor y guitarrista Teddy Morgan y el batería Larry Cobb, para formar todos la Modern West, una formación que ya tenía en el mercado un primer disco, Untold truths.

Todo en el concierto estaba dispuesto para disfrute de sus fans, desde la introducción hasta la puesta en escena.

Después de una aplaudida proyección antológica de algunas de sus películas, con escenas de Silverado, Robin Hood, o Un mundo perfecto, Costner, al más puro estilo Hollywood, irrumpió en la platea del Palau por la puerta principal sin escatimar saludos, besos y encajadas de mano; y por si fuera poco con un "'Bona nit" se metió al público en el bolsillo de sus tejanos azules.

El contundente Red River fue el punto de partida de una velada de dos horas de country rock, en la que los Modern West interpretaron canciones de su primer álbum, y otros de su nuevo disco, demostrando que no son cuatro que acompañan a una estrella, sino que se trata de músicos con oficio.

Si por la mañana el actor aventuraba que seguramente muchos irían a sus conciertos no tanto por la música como para verlo de cerca, la reacción del público en el Palau, con constantes gritos de "guapo", no dejó dudas de que el auditorio de la gira disfrutaba con la música de Costner, pero aún disfrutaba más con tener a su ídolo de juventud en la distancia corta que facilita un pequeño escenario.

Costner consiguió al final de la noche que el público del Palau rompiera todo protocolo de un auditorio consagrado esencialmente a la encorsetada música clásica y se pusiera de pie y aplaudiera hasta la extenuación.

Tras los conciertos de España, el actor, de 55 años, y su banda tienen prevista una gira de actuaciones por Europa, antes de proseguir la gira por Canadá y EEUU a partir de julio.