El diseñador gallego José Castro no desfilará en Cibeles, donde debutó en 2009 con gran éxito. No puede pagarlo. Eso sí, presentará, en un acto organizado por Cruzcampo, un vestido de alta costura hecho con envases de cerveza, que lucirá la top Ariadne Artiles.

Debe de ser un momento  triste para usted tras la muerte de Alexander McQueen, con quien pudo trabajar en sus inicios. ¿En qué le marcó?

Me enseñó a buscar la belleza en los ángeles y demonios que llevamos dentro. Era un Tim Burton de la moda. Junto con Michael Jackson, se me han ido los dos iconos más grandes en el mundo del arte.

Opine sobre la polémica por su ausencia en Cibeles tras el anuncio de una cuota de 5.000 euros para desfilar.

Ojalá fuera sólo un tema de dinero. El problema es la crisis en España y en Europa. La cuota es una reacción natural, como ponerse un chubasquero cuando va a llover.

¿La tasa perjudica a los nuevos diseñadores?

Sí, y en estos momentos, más.

¿Tiene en mente el uso de otros materiales con los que reciclar moda como hizo con  las alarmas de Bershka?

Cualquier material en desuso me parece interesante, al igual que descontextualizar conceptos, materiales, objetos y prendas porque, al final, nada es lo que parece. La crisis incita a utilizar el ingenio y el resultado es supergratificante e inspirador.

¿Alta costura y reciclaje son compatibles?

El reciclaje ha evolucionado y ya no es el concepto tosco y hippie del que nos habíamos nutrido, sino que ahora es la evolución hacia lo chic y elegante. Es de difícil producción. Por lo tanto, ronda la alta costura.

Reinvidica sus raíces gallegas en su moda. Y es aficionado a la gastronomía. ¿Qué platos le sugieren sus creaciones?

A nivel estético, los platos gallegos poco tienen que ver con mi trabajo, ya que la mayoría son excesivos. Con lo que sí tiene que ver es con la esencia y el sabor, ya que Galicia es calidad.

BIO. Pontevedra, 1971. El cine de terror le despertó la vocación por la moda. Ha trabajado para Givenchy, Desigual, Dolce&Gabanna y Miró Jeans.