Un váter con escurridor para pillar la droga

  • Algeciras ‘apaña’ dos inodoros para separar las heces del hachís.
  • El nuevo invento ha llegado al Congreso de los Diputados.
  • Cada año pasan por la comisaría gaditana unos 150 'culeros'.
Bellotas de hachís.
Bellotas de hachís.
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Bellotas de hachís.

Ésta es una historia escatológica donde las haya. Y aunque se hable de heces, con perdón, el asunto es tan serio que ha llegado incluso al Congreso de los Diputados. Los policías que trabajan en la comisaría de Algeciras (Cádiz) han pedido a Interior que dote a las instalaciones con váteres químicos, aquellos que separan las heces de la cocaína o el hachís que los correos de la droga esconden dentro de su organismo.

"Hacen falta entre ocho y diez de estos inodoros especiales para facilitar el trabajo de los agentes", explica a 20 minutos el diputado popular José Ignacio Landaluce, que ha llegado a preguntar formalmente al Gobierno cuándo va a dotar a esta comisaría de estos váteres.

La cuestión no es baladí. La comisaría de Algeciras, por su ubicación geográfica, está entre las cinco de España que más detenciones por tráfico de droga realiza cada año. Muleros y culeros, como se les conoce en el argot policial, vienen de Marruecos con bellotas de hachís (la coca aquí es minoritaria) que llevan ya introducido en su estómago.

Hasta la inauguración de la nueva comisaría, en noviembre de 2007, "los detenidos tenían que hacer sus necesidades en un cubo, donde un agente con sus guantes hacía la bella e higiénica tarea de separar la droga. Luego, un manguerazo a la celda para limpiar", explica un veterano agente que lleva en esa comisaría más de diez años.

"Sólo es un apaño"

Luego, con el nuevo centro, se hizo una especie de apaño en dos de los calabozos de aislamiento que tienen inodoros. Los dos váteres tienen debajo una especie de caja metálica cuadrada que desemboca como un embudo en un escurridor metálico, que deja pasar las heces y retiene las bellotas de hachís. "Toda una obra de ingeniería", ironiza el agente, "pero no son váteres químicos", como sí los tiene la Guardia Civil en su cuartel del puerto de Algeciras.

Luego se dan unos guantes al detenido para que él pueda separar la droga, se pesa, se mete en un sobre impermeabilizado y se pasa al juez junto al atestado del arrestado. El año pasado, según datos del sindicato policial SUP, 150 culeros pasaron por esta comisaría y tuvieron que utilizar los ‘apañados’ váteres.

Interior ha respondido al diputado Landaluce que "los váteres químicos tienen la finalidad de descomponer los residuos orgánicos, por lo que su uso no se considera procedente". Y recuerda que el protocolo policial en estos casos es "trasladar al sospechoso a los servicios médicos para su revisión, análisis y la posterior expulsión" de la droga. El veterano agente matiza que llevan a todos los detenidos a hacer radiografías para confirmar que llevan la droga dentro, pero que luego deben volver a comisaría para que en 72 horas la evacuen.

"¿De quién es esta mierda?"

Otro policía nacional que trabaja en esa comisaría, con una plantilla actual de 422 agentes, relata lo difícil y "sucio" que es a veces su trabajo. "En una ocasión, en uno de estos calabozos con el váter con escurridor había dos culeros. Uno de ellos hizo sus necesidades, pero no supimos quién fue y los dos negaban que fuera suya. Obviamente los dos se negaron a recogerla y lo tuve que hacer yo. ¿De quién era la mierda? De nadie. Sólo cuando los dos volvieron a ir al baño pudimos saber de quién era".

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