Según la calificación del fiscal, a la que ha tenido acceso Europa Press, cono consecuencia de investigaciones realizadas por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba "se tuvo conocimiento de la existencia de un grupo de personas, relacionadas entre sí, que introducía en la localidad de Palma del Río importantes cantidades de cocaína", en el periodo comprendido entre febrero y abril de 2005.

Dicho grupo estaba encabezado por F.G.M., de nacionalidad española, al que ayudaba su hijastro, J.M.C.G., ocupándose ambos de contactar desde Palma del Río con personas de diferentes países sudamericanos, en concreto Y.E.M.N. (Venezuela) y M.A.V.J. (Colombia), los cuales residían ilegalmente en España, con el objetivo de que les "abastecieran de cierta cantidad de cocaína, procedente de Madrid y Málaga, para, una vez con ella en Palma del Río, repartir dicha cocaína entre otras personas, encargadas de su distribución y venta directa a los distintos clientes".

Por su parte, la procesada M.C.F., también sudamericana, con estancia ilegal en España y compañera sentimental de Y.E.M.N., "colaboraba dentro de la misma organización auxiliando desde Madrid a éste último y mediante labores de vigilancia en el transporte de la droga hasta Andalucía".

Igualmente, dentro de la organización de narcotraficantes intervenían, como mediadores en la adquisición de la cocaína "para su venta a terceras personas", los procesados F.J.D.L. y E.R.D. ambos de nacionalidad española, mientras que el procesado P.J.B.M., también español, en contacto directo con los sudamericanos Y.E.M.N. y M.A.V.J., era el encargado de proporcionarles desde Málaga los vehículos con los que éstos se desplazaban hasta Palma del Río con la droga.

Escuchas telefónicas

Como consecuencia de las escuchas telefónicas, con autorización judicial, a las que fueron sometidos los procesados, la Guardia Civil tuvo conocimiento de que el pasado 7 de abril de 2005 habían previsto transportar droga desde Madrid a Málaga y Córdoba. En consecuencia, se montó un dispositivo que siguió por la A-4 (Madrid-Sevilla) a un Ford-Ranger, que iba, como vehículo lanzadera, unos 20 kilómetros por delante de un Audi A-4. La Guardia Civil montó entonces un control para interceptar a ambos vehículos en la provincia de Jaén.

Sin embargo, el ocupante del primer vehículo (F.G.M.) dio aviso a los ocupantes del Audi (Y.E.M.N. y M.A.V.J.), los cuales arrojaron desde el vehículo la droga que llevaban y dieron la vuelta, iniciando el regreso a Madrid, pero fueron interceptados y detenidos en Almuradiel (Ciudad Real).

En cuanto a la droga, los agentes localizaron en la cuneta de la A-4 una bolsa de plástico conteniendo un paquete, en el que había 899 gramos de cocaína, con una pureza de un 55 por ciento y con un valor en el mercado ilícito de 21.860 euros, junto con otra bolsa, que este caso contenía 100 gramos de cocaína, con una pureza del 53 por ciento y un valor en el mercado ilícito de 2.346 euros.

A raíz de estos hechos, el fiscal entiende que los acusados son autores de un delito contra la salud pública, en su modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud, y procede imponer a F.G.M.; J.M.C.G.; Y.E.M.N. y M.A.V.J. la pena de 15 años de prisión a cada uno y una multa de 72.000 euros, también a cada uno, en concepto de responsabilidad personal subsidiaria.

Por otro lado, el ministerio público considera que M.C.F.; F.J.D.L.; E.R.D. y P.J.B.M. han de ser condenados a 12 años de prisión cada uno, además de hacer frente a una multa de 62.000 euros, igualmente en concepto de responsabilidad personal subsidiaria.