El consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras, Francisco González Buendía, acompañado por el director general de Carreteras, José María Pertierra, visitó esta mañana las obras de desdoblamiento de los túneles de Riaño en los que el Gobierno asturiano está invirtiendo cerca de 110 millones de euros. Al acto asistieron también los alcaldes de los concejos de Siero y Langreo, municipios por los que discurre la nueva vía.

Buendía afirmó en su visita a la zona que las obras que ambos tramos avanzan "a buen ritmo", conforme al programa de trabajos previsto, e informó de que ya se han excavado 800 de los 1.143 metros que tendrá el túnel de El Cadaval, la infraestructura más significativa de la obra, según indicó el Gobierno asturiano en nota de prensa.

La actuación, conocida como de desdoblamiento de los túneles de Riaño, está dividida en dos tramos. Se construirán unos ocho kilómetros de carretera (4.740+3.294 metros) por lo que la inversión por kilómetro supera los 13 millones y medio de euros. El plazo de ejecución de la obra, que está financiada con cargo a los Fondos Mineros, es de 30 meses y supondrá el desdoblamiento del tramo entre San Miguel de la Barreda y Riaño.

Este proyecto forma parte de la futura Autovía AS-III, que transformará este tramo de la carretera AS-17 en una moderna vía de comunicación. Cuando finalicen los trabajos, la carretera tendrá el diseño de una autovía, destinada a unir con comodidad y seguridad el área central de Asturias y el entramado industrial de Llanera y Siero con la cuenca del Nalón.

El trazado de autovía elimina el principal punto negro de la red autonómica, localizado en las inmediaciones de los túneles de Riaño. Los túneles serán modernizados y adaptados a la nueva normativa europea de seguridad en túneles.

Las características geométricas son las propias de una autovía, con una sección de dos carriles de 3,50 metros por calzada, arcén exterior de 2,5 metros e interior de 1,0 metro, y mediana estricta de 4 metros. De acuerdo con estas medidas, el radio mínimo es de 250 metros y la pendiente máxima del 6% (excepcional de 7%). El gálibo mínimo será de 5,0 metros en túneles y de 5,30 metros bajo pasos superiores.

Para la ejecución de las obras, se aprovecha la plataforma de la carretera actual como corredor para la calzada izquierda, y se duplica la derecha. Las calzadas discurrirán inicialmente juntas hasta la parte alta de Hevia, punto donde la calzada derecha se desvía para cruzar el arroyo Las Calles y abrirse camino por la ladera contraria hasta llegar a los túneles de Riaño, bajo el cordal de Cadaval.

El final del proyecto deja entonces la calzada izquierda en la boca norte del túnel existente de Riaño y a la calzada derecha en la estructura anterior al futuro emboquille del nuevo túnel, quedando ambas calzadas separadas físicamente por el inicio del arroyo Las Calles.