La ciudad de Toledo va a impulsar una "estrategia de largo recorrido" para lograr que la festividad del Corpus Christi vuelva a ser de nuevo una celebración nacional, ya que eso es "hoy por hoy muy difícil, pero posible". "Hemos ganado entre todos esta primera batalla y vamos a darla a nivel nacional", detalló hoy el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, refiriéndose así al hecho de que el arzobispo, Braulio Rodríguez, haya decidido que la tradicional procesión del Corpus se celebre sólo en jueves a partir de este año.

En rueda de prensa, flanqueado por los portavoces del Partido Popular, Lamberto García Pineda, y del PSOE, Rafael Perezagua, el primer edil reconoció que "si no se hubiera tomado esta decisión no habría semana grande" en Toledo y "no hubiéramos tenido ni credibilidad ni valor ni ganas" de pedir que la fiesta se convierta nuevamente en nacional, algo para lo que la capital regional entablará relaciones con otras como Sevilla o Granada, seguro de que "el debate de las fiestas se volverá a abrir" en el futuro.

Los tres dirigentes valoraron la decisión anunciada ayer por el arzobispo Primado porque con ella "la iglesia ha entendido los sentimientos de la ciudad" y ha tocado "la fibra sensible" de los toledanos. El objetivo, señaló el alcalde, es que la llama del Corpus se mantuviera en Toledo y, pese a quienes han estado "soplando para que se apagase" al final "hemos conseguido que entren en sintonía los intereses con la raíces profundas de la ciudad".

En este contexto, evidenció el compromiso claro del Ayuntamiento para lograr una "Semana Grande" que con la decisión de Braulio Rodríguez "será más grande" y "más intensa", ya que con la decisión de dejar la procesión el jueves "la fiesta cobra un nuevo valor". Según comentó, el objetivo del Consistorio es que haya "plenitud de actividades" durante toda la semana, teniendo como referencia los "dos puntales" que serán el jueves y el domingo.

Respecto al hecho de que el anterior cardenal de Toledo, Antonio Cañizares, instituyera dos procesiones, en jueves y domingo, el alcalde de Toledo entendió que "su intención secreta era ir preparando la ciudad para la festividad en jueves", convencido de que sin esas dos procesiones y sin ese "precalentamiento" —la tradición de procesionar en jueves había desaparecido desde 1991— "hubiera sido imposible llegar a esto".

El primer edil se reveló "profundamente emocionado y agradecido" al arzobispo de Toledo por haber tomado esta decisión, en la que tanto el Ayuntamiento como el PP han ido de la mano, y recordó cómo en un primer contacto con el nuevo prelado ya adelantó que "iba a ser sensible con el Corpus" de Toledo, como ha evidenciado con su decisión.

Pacto silencioso pp-PSOE

Agradecimiento al que se unió el portavoz del Grupo Municipal Popular, que mostró su alegría por el hecho de que la procesión del Corpus vuelva al jueves, consciente de que "seguir manteniendo dos procesiones no tenía sentido".

García Pineda, que aseveró que en esta petición "siempre hemos ido juntos" el equipo de Gobierno y la oposición, apostó por "seguir luchando" para que esta fiesta del Corpus Christi de Toledo tengan rango regional y nacional pues "Toledo tiene la suficiente importancia para que vengan todos a ver esta procesión única en el mundo".

Finalmente, el portavoz socialista se congratuló de volver a tener el Corpus en jueves tras 20 años, y detalló que, aunque respetando las decisiones de las máximas autoridades de la iglesia sobre este particular, el PP y el PSOE han tenido "un gran pacto silencioso", por respeto a esas autoridades, en el sentido de seguir trabajando y "tratar de convencer" de que esta tradición volviera al jueves.

Finalmente, y preguntado por la posición de Izquierda Unida sobre este particular, el alcalde de Toledo precisó que la formación "se puede dar por representada porque está en mi gobierno", consciente, en cualquier caso, de que las posiciones de Izquierda Unida "son suyas, muy suyas".