Los delincuentes siempre actuaban igual, eligiendo entre sus víctimas a personas de avanzada edad. Esperaban a que sacaran dinero del cajero para abordarlos por detrás. Luego los estrangulaban hasta provocarles un desvanecimiento por asfixia. Cuando caían al suelo sin respiración, les robaban el dinero y huían. Los detenidos, que ya han pasado a disposición judicial, tienen antecedentes policiales.