Helado de piña verde, cócteles comestibles, gominolas de aceite, vino sin alcohol, guisantes de wasabi, pan de aceitunas de Kalamata y nueces, mousse de morcilla y queso de untar... pero también jamón de bellota, tacos mexicanos, albariño, cañitas de cerveza y aceite de oliva. Si algo tuvo la octava edición de Madrid Fusión, la cumbre internacional de gastronomía más importante del país, fue platos para todos los gustos y paladares.

El encuentro, que se desarrolla hasta este jueves mismo en el Palacio de Congresos del Parque Juan Carlos I, ha contado con la asistencia y las clases magistrales de algunos de los más reputados chefs del mundo. Aunque la mayoría de los asistentes se han mostrado más interesados en degustar los distintos platos y bebidas que se ofrecían gratuitamente antes que en las charlas de los maestros culinarios.

Este miércoles, el stand que tenía más éxito era uno de platos italianos: "Aquí el jamón se corta en largas tiras, pero en Italia lo solemos ofrecer muy machacado, queda con una textura más suave", decía uno de los encargados del expositor. No obstante, a la hora de comer, lo que se dice comer, los sibaritas gourmets parecían decantarse más por el jamón que por la mortadela con trufas, como muestran las largas colas que se formaban en los quioscos en los que se podía degustar el producto por antonomasia de la gastronomía española.

La cecina de León

Al jamón, sin embargo, le salió algún que otro competidor, como la cecina: "Es más original y barata, y queda genial a la hora de presentar un buen catering", aseguraba uno de los comerciales que vendía productos típicos de la tierra de León.

Las estrellas de la jornada de este miércoles fueron, no obstante, las setas (de las que se enseñó una técnica para deshidratarlas y mantenerlas frescas más tiempo), los cafés (hubo hasta un concurso de baristas) y los cócteles, como el Gin Kas (ginebra y refresco de limón, muy típico en el País Vasco) y el Pisco Sour (una mezcla demoledora de aguardiente peruano de 43 grados, jugo de limón y azúcar).

La gran fiesta de la gastronomía

Este año, Madrid Fusión saldrá además a la calle con catas de productos gourmet, muestras sobre gastronomía en museos y salas de exposiciones, menús de chef internacionales a precio reducido y rutas de tapas por toda la ciudad dentro del Gastrofestival, que se celebrará hasta el 31 de enero y en el que participan más de 150 establecimientos como Lavinia o el Mercado de San Miguel.

'GOURMETS' A PIE DE CALLE

Vanessa Llarena, 19 años. "Soy estudiante de hostelería y es la primera vez que vengo. Hay cosas que me han sorprendido mucho, como el mojito con nitrógeno. Yo, sin embargo, me quedo más con la comida de siempre, como los quesos de Valencia".

Roberto García, 35 años. "Trabajo como jefe de cocina de un hotel. Vengo aquí todos los años porque me da ideas para mis platos. Lo ideal es mezclar las recetas tradicionales con las vanguardistas, como el sashimi de atún rojo con guacamole".

Oniel Puello, 43 años. "Llevo un bar en Tres Cantos, un local temático de arte. Es el primer año que vengo porque quiero renovar mi carta de cócteles, y esto me sirve de inspiración. Eso sí, para comer, yo me quedo con la cocina clásica española".