Voluntarios de DYA Navarra organizan un hospital en Haití en una situación de emergencia "pura y dura"

Regresaron a Pamplona esta madrugada con una experiencia que definen de "dura" y a la vez "positiva"

Voluntarios de DYA Navarra han participado en Haití en la organización de un hospital, un centro que han reorganizado partiendo de cero y en el que han atendido durante su estancia a unas mil personas. Así lo relataron esta mañana tres voluntarios de la organización navarra, que se mostraron "contentos" de haber podido gestionar este centro hospitalario.

El cirujano Carlos Pastor, la enfermera Mónica Wojtysiak y Mikel Úcar, técnico logista, ofrecieron esta mañana una rueda de prensa, horas después de llegar a Pamplona desde Haití. Partieron para el país americano el jueves, 14 de enero, y regresaron a la capital navarra esta pasada madrugada. Formaban parte de un grupo de siete personas.

Llegaron a Haití a las 48 horas de registrarse el terremoto que asoló el país y se encontraron una situación, relataron, de "emergencia pura y dura". Se encargaron de organizar un hospital, un edificio que se encontraba en pie pero del que "los sanitarios locales habían huido ante la avalancha de personas que habían llegado". "En la entrada del hospital había como 50 heridos, había muertos dentro, tuvimos que sacar cadáveres, reorganizar la estructura desde cero", indicó Wojtysiak.

Esta enfermera, colaboradora de DYA navarra desde hace cinco años, relató en rueda de prensa que durante su estancia en Haití atendieron en el centro hospitalario a unos 750 pacientes adultos y 275 niños. El equipo médico español practicó 50 intervenciones quirúrgicas y en área pediátrica veían entre 40 y 50 niños al día.

En el área de Urgencias se atendieron unos 150 pacientes durante los dos primeros días y alrededor de 100 los días siguientes y también ayudaron en 20 partos, uno de ellos gemelar. Acogieron además a dos niños huérfanos que habían perdido a sus familias hasta que Unicef se hizo cargo de ellos.

Según dijo la enfermera, hay que tener en cuenta la magnitud de esta misión humanitaria en un país con "una situación sanitaria muy mala", lo que les ha supuesto un gran esfuerzo de trabajo. A este respecto, Carlos Pastor señaló que partía de cero, "había gente que no sabía dónde tenía que ir porque no había visto un médico en su vida".

Experiencia "positiva"

Mónica Wojtysiak explicó que cuando llegaron la situación de caos era "total". "Quieres empezar a trabajar pero no puedes porque el caos es total. El primer día que entramos al hospital íbamos saltando a la gente, que te agarraba de las piernas, nos decían 'hombre blanco ayúdame'. Te quedas colapsado, no sabes si ayudar a uno o a otro", dijo, para expresar que está "contenta" porque han conseguido gestionar el centro y organizar distintas áreas como quirúrgica, urgencias, hospitalización, pediatría... "la cosa funcionaba como un hospital occidental".

Carlos Pastor añadió que la "primera sensación que tienes es echar a correr, escapar, pero una vez que lo superas te pones a trabajar". "No sé de donde sacas fuerzas para, adaptándote psicológicamente primero, ayudar a la gente", indicó, y señaló que "las primeras 48 horas fueron muy caóticas, pero fuimos cogiendo el control de la situación y podemos estar contentos porque lo hemos dejado organizado".

Por su parte, Mikel Úcar señaló que la experiencia en Haití fue "muy dura". "Los primeros días no hay nada, tienes que empezar de cero. Son los días más duros", opinó.

Sobre si se enfrentaron a situaciones peligrosas, la enfermera señaló que los primeros días precisaron escolta por parte de la ONU pero que tras varios días ya no fue necesaria. "El campamento base lo montamos en el aeropuerto bajo la tutela de los militares americanos, pero nuestro hospital estaba a quince minutos e íbamos escoltados por la ONU. Para el tercer o cuarto día se nos quitó la tutela porque se consideraba seguro", dijo, y aseguró que en el hospital no tuvieron problemas de seguridad.

Un día antes de partir hacia Navarra de vuelta, llegó un segundo contigente con ocho voluntarios, cinco de ellos de DYA Navarra. "Ya había pasado una semana del terremoto y la situación era muy diferente, la lista de espera de quirófano era menor, el tipo de intervenciones diferentes, había ya pacientes programados por nosotros y se veían también pacientes crónicos", expuso Wojtysiak.

Según expuso Carlos Pastor, "en otras catástrofes la fase de emergencia dura poco tiempo, pero en este caso puede durar años". "Hay que empezar de cero con su sistema sanitario. Queda un gran trabajo por hacer, que es un país devastado", manifestó.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento