El detenido, de origen español, supuestamente vendía de manera fraudulenta contratos de trabajo relacionados con varias empresas para la tramitación de permisos de residencia y trabajo por circunstancias excepcional, en concreto, por arraigo social.

Se valía de su condición de abogado para, tras conocer la situación irregular de las personas extranjeras, ofrecerse a regularizar su situación en España. Para ello, les ofrecía la venta de un contrato de trabajo y el resto de los trámites necesarios, por lo que exigía el pago de cantidades que alcanzaban los 1.500 euros.

Una vez captado el cliente, le facilitaba únicamente el contrato de trabajo, y el resto de trámites debía realizarlos el extranjero por su cuenta, ya que después de varios meses descubrían que no habían sido realizados por el abogado.

Además, lo que en un principio todo eran facilidades, una vez obtenida una cantidad satisfactoria, el abogado abandonaba a sus clientes, ya que era imposible contactar con él, ni por teléfono, ni en las distintas direcciones que había facilitado.

La Policía abrió una investigación por estos hechos el pasado mes de noviembre y averiguó que una de las empresas para las que eran vendidos los contratos había sido constituida por el sospechoso. Al parecer, ésta había sido creada con el único fin de realizar y vender contratos de trabajo, formalizándose más de una veintena.

El resto de contratos fueron realizados para una clínica en la que el hombre había trabajado como gestor, si bien estos fueron realizados con el total desconocimiento de su propietario. Tras diversas investigaciones los agentes no han podido determinar el número exacto de perjudicados, aunque se estima que podrían superar la veintena.

El detenido, con antecedentes policiales, pasó a disposición judicial.