Andy Pruitt frisaba los 14 años cuando le amputaron la pierna derecha a la altura de la rodilla. Un trágico accidente; también una irónica oportunidad.

Pruitt, establecido en Boulder (Colorado, EE UU) se interesó por los esquís y la bici, compitió como discapacitado –ganó dos mundiales de ciclismo en los ochenta– y reforzó sus inquietudes sobre la biomecánica. Un análisis minucioso, personalizado e informatizado del movimiento en pos de la eficiencia.

"La bici tiene que adaptarse al ciclista, no al revés", defiende. La conversión de Specialized, firma con la que colabora desde hace años Pruitt –fundador del Centro Médico de Boulder– a través del programa BG Fit, en el proveedor de bicicletas del Astaná ha permitido que Alberto Contador conozca sus métodos en la concentración de Calpe (Alicante).

En 2009 les pasó a Andy y a Frank Schleck. "No tenían claro cómo iba a reaccionar Alberto; los ciclistas son muy suyos", señalan desde Specialized.

Un cambio en la cala

A Contador, indican, "se le iluminaron los ojos" cuando Pruitt le movió la posición de la cala –la pieza que encaja la zapatilla en el pedal– derecha. El objetivo, desplazar su talón hacia el interior.

"Noto más contacto con el pedal", señaló el biganador del Tour. Y acto seguido, su preparador y su mecánico se interesaron por otras futuras mejoras.

"En los pequeños ajustes se basan las grandes diferencias", defiende Pruitt. El madrileño presenta una rotación en una de sus caderas, algo común y que, en pocas palabras, es un vicio que le resta pureza al movimiento ideal de la cadera. Pruitt y su equipo revisaron las geometrías de su bici, sus alturas y sus posiciones sobre la misma. "El rendimiento aumentará, además durante más tiempo, si crece la comodidad", apunta Carlos Arrebola, del FG Fit.

Valls estrena al pelotón español

Rafael Valls, que debuta esta campaña en el pelotón profesional de la mano del Footon-Serveto, estrenó el palmarés del pelotón español en 2010 con su victoria en la segunda etapa del argentino Tour de San Luis, con final en el Mirador del Alto del Potrero.

El alicantino, de 22 años, señaló: "Ha sido una manera de devolver la confianza a Gianetti y Matxin por la oportunidad que me han dado".