La hostelería pierde fuelle por el "acoso burocrático que los "está friendo a multas"

  • Los 11.428 bares y restaurantes de la capital denuncian las continuas inspecciones del Ayuntamiento.
  • "Nos están friendo a multas, es la ruina", se quejan los hosteleros.
Imagen de archivo de un local nocturno lleno de gente.
Imagen de archivo de un local nocturno lleno de gente.
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Imagen de archivo de un local nocturno lleno de gente.

Amenazas de cierre por instalar un televisor o multas por colocar una guirnalda en Navidades... es el "acoso burocrático del Consistorio" al que se han enfrentado durante estos últimos meses los 11.428 restaurantes y cafeterías de la capital, según han denunciado a 20 minutos Cecoma y Madrid La Viña, los principales colectivos del sector.

"Nos están friendo a multas, es la ruina. Les mueve el afán recaudatorio y andan buscando las vueltas para sancionar", asegura Ricardo Lauge, secretario general de Cecoma (confederación de empresarios de comercio minorista). "El acoso lo sufren la mayoría de los negocios de hostelería de la ciudad, pero especialmente los del Centro y La Latina", puntualiza.

La mayor asociación de hosteleros de Madrid, La Viña, también tiene la misma opinión: "Hace unos meses que no paramos de recibir quejas. Ha habido incluso amenazas de cierre por instalar televisores sin permiso", explica un portavoz de la asociación.

El origen de tanto malestar se encuentra en una campaña especial de inspecciones que el Ayuntamiento de Madrid comenzó el pasado 15 de septiembre. Éstas se suelen realizar varias veces al año, y hasta ahora se habían centrado sólo en el ocio nocturno (de hecho, la última, que acabó en marzo de 2009, se saldó con 1.854 establecimientos inspeccionados y 113 clausurados), aunque la intensidad y ‘rigor’ de las mismas parecía haber aumentado desde el estallido hace un par de años del caso Guateque, la trama corrupta de concesión de licencias a cambio de sobornos en el seno del Consistorio.

Sin embargo, en esta ocasión el Gobierno local se ha centrado en la hostelería diurna debido, según un informe consistorial, a que un gran número de estos locales funcionan con licencias concedidas en su apertura sin que después hayan cambiado las mismas a raíz de las modificaciones realizadas posteriormente en sus instalaciones.

Hasta 60.000 euros

Estas modificaciones a las que hace referencia el documento son, por ejemplo, la colocación de un aire acondicionado, el cambio de un fluorescente, adornar un restaurante con guirnaldas navideñas, servir copas en la calle en San Isidro o dejarse la puerta del servicio del vestuario de empleados abierta, según han relatado varios empresarios del sector, de forma anónima, a este periódico. Las multas van de 300 a 60.000 euros.

Además, estos empresarios critican el colapso de licencias, "se tarda 30 meses en conseguir un permiso". A este respecto, el Ayuntamiento tiene nueva ordenanza con la que el plazo de demora se reducirá a dos meses. El Gobierno local asegura que estas inspecciones se realizan por "la seguridad y no por el dinero". Por otra parte, el PSOE informó ayer de que un empresario hostelero había regalado una caja de vino caro a un policía antes de una inspección.

Antonio F., dueño de un restaurante: "La mitad de los bares, cerrados"

"Prácticamente el 50% de los bares y tabernas que había en mi calle han tenido que cerrar, y hay uno que lleva tres años esperando a abrir porque aún no le han concedido la licencia de actividad", narra Antonio F. (seudónimo, no quiere dar su verdadero nombre), dueño de un restaurante en La Latina (Centro). Él mismo ha recibido varias inspecciones, a cada cual más surrealista. "Una vez entró un policía y me puso una sanción porque decía que no tenía cocina, ¡y estaba enfrente suya! Ni siquiera quiso verla".

Campaña contra los ruidos

El Ayuntamiento de Madrid y Eco (Empresarios por la Calidad del Ocio nocturno) firmaron la pasada semana un convenio para llevar a cabo acciones conjuntas, como el control de los accesos y del tráfico, en los "puntos conflictivos" de ruido en la capital. El recorte de horarios o la clausura de salas, planteado en un principio por el Consistorio, sólo se pondría en marcha "como último recurso"y únicamente en casos particulares.

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