Macarrones con cuerpo: a los cuatro quesos, con setas, al pesto, con chorizo. Todo en un entorno bastante singular y frecuentado.

El sitio mantiene la estética de un antiguo bar extremeño, saturado de botellas de vino y jamones colgando y ambientado, ahora, con un poco de jazz, ahora, con música italiana. Muchas camareras: unas llegadas desde la lejana Australia; otras de aquí al lado, Extremadura; y alguna del otro lado del Mediterráneo, de Italia.

Mezclas y más mezclas para un público joven combinado, codo con codo, con un buen número de guiris que beben vino y cerveza, mientras comen platos puros del país vecino como el caprese, el queso mozzarella de búfala y el tomate en aliño, o diferentes Brusquettas como la Roja, el pan de pueblo con salsas pesto de tomate y queso Pecorio, o la siciliana, bastante bien de precio, por sólo 2.50 euros, con queso provolone, mortadela y salsa de aceitunas.

El cocinero y dueño del local es Giovanni, un adoptado por nuestra ciudad desde hace 7 años y al que parece gustarle el jugar con mezclas humanas y comestibles. Sigue alimentando a sus clientes con chacinas ibéricas, jamón de bellota y quesos distintos. Una buena apuesta para los amantes de la cocina italiana, incondicionales del jamón y sufridos vegetarianos, que aquí podrán también disfrutar comiendo una ensalada de espinacas y diferentes mezclas de quesos.

Bar Alfalfa

* C/ Candileja, 1. Abierto desde las 9.00 de la mañana a 1.00 de la madrugada. Cierra los lunes. Las tapitas cuestan 2.50 euros y las medias raciones salen por 6.20 euros. El queso es uno de los alimentos estrella de este establecimiento. Y para acompañarlo, nada mejor que una cerveza fresquita o un buen vinito.