Goel Ratson, de 60 años, ha sido detenido en Israel acusado de esclavizar en su casa a 32 mujeres y a sus hijos, que, según algunas fuentes, podrían llegar al centenar . Según la denuncia presentada, este hombre abusaba de ellas y de sus hijos, muchos de ellos menores de edad. También se lo acusa de haber tenido descendencia con sus propias hijas, lo que trae a la memoria el caso de Josef Fritzl, el 'monstruo de Amstetten'.

La policía israelí le seguía la pista desde hace más de un año gracias a la emisión en televisión de un reportaje que mostraba su modo de vida. Según una de las mujeres supuestamente esclavizadas, el detenido les obligaba a cumplir un estricto código de conducta interna que les impedía hablar con otros hombres.

Las mujeres trabajaban como esclavas en varias viviendas de Tel Aviv y estaban totalmente sometidas a él, lo vestían y bañaban y atendían todos sus requerimientos sin protestar, a riesgo de ser castigadas o de pagar una multa. Sus hijos le besaban los pies al entrar en casa y lo reverenciaba como si fuera "el mesías", según explicaba una de sus mujeres en el documental de la televisión.

Ratson hablaba de sí mismo como un enviado, perfecto, que poseía todas las cualidades que las mujeres deseaban.