Pese a lo que dicen los tópicos, los inmigrantes no saturan las urgencias de los hospitales (el 75% pide cita antes en el centro de salud) ni vienen a Madrid a quitar el trabajo a los españoles (su tasa de paro es del 21,1% y la global de la región, del 14,4%). Tampoco se llevan todas las becas (sólo el 10% de ellos las reciben) ni copan las plazas en las escuelas (sólo el 5% accede a guarderías públicas).

La Encuesta Regional de Inmigración 2009, presentada este miércoles por la Consejería de Inmigración, desmonta los falsos mitos sobre los extranjeros (1,1 millones en la región) y demuestra que cada vez están más integrados en la comunidad: el 76% de los inmigrantes quiere tener nacionalidad española (hace un año eran el 61,6%) y el 38% de los adultos ha ampliado su formación al llegar a Madrid (frente al 32,7% del año anterior).

"El madrileño es bastante hospitalario y la mayoría de los que llegan aquí son latinoamericanos que se encuentran a gusto por el idioma, la herencia y las costumbres comunes", explica el catedrático de Sociología en la Complutense, Juan Díez Nicolás.

Además, la convivencia entre extranjeros y españoles es total: "Hay relación diaria, el que conoce a los inmigrantes deja de tenerles miedo; muy poca gente cree ya sinceramente que los inmigrantes provocan problemas", añade el experto.

Vienen a trabajar

La mayoría de ellos llegó a España hace ya una década y su principal motivación era buscar un trabajo (otro mito xenófobo desmontado). Sin embargo, tras años de estancia en Madrid siguen viviendo en la precariedad y son los que más están sufriendo la crisis.

La mejor muestra de ello son sus sueldos: el 68,4% cobra menos de 1.000 euros y el salario medio en este colectivo es de 903 euros, frente a los 1.900 de media de la región.

Además de cobrar poco, cada vez pierden más poder adquisitivo, ya que en un año se han reducido sus salarios en un 10%. Buena parte de los empresarios se aprovechan de su debilidad y ni siquiera les hacen contrato: el 22,3% trabaja en negro, cuatro puntos más que el año anterior.

Esa precariedad económica les obliga a vivir de alquiler (sólo el 10,9% tiene vivienda propia) y a compartir el piso con otras personas o, incluso, con otras familias (el número medio de moradores en las viviendas de inmigrantes es de 4,5).

Poco mestizaje: se casan entre ellos

La integración de los inmigrantes y los españoles aún tiene una barrera que superar: la del ámbito familiar. Sólo el 7% de los extranjeros tienen una pareja española, y cada vez hay menos mestizaje, ya que el año pasado había un 8% de parejas mixtas, según la Encuesta Regional de Inmigrantes.

Además, ellos tienen más descendencia que los españoles: la media de hijos por mujer es de 1,90 entre los inmigrantes, mientras que sólo es de 1,15 entre las mujeres madrileñas.

Francisca de Losantos. 40 años, vigilante
"Gano 900 euros"

Vino de la República Dominicana en 1991, pero sólo acompañada de su marido. "Mi hija se ha quedado allá porque aquí no voy a poder pagarle un buen colegio".

Francisca es profesora de Educación Física titulada, pero aquí trabaja de vigilante de seguridad.