Eduardo Mendoza cree que el humor en la literatura española está "secuestrado por los estereotipos y lo local"

El escritor Eduardo Mendoza, que visitó hoy Sevilla para inaugurar el ciclo 'Letras Capitales', organizado por el Centro Andaluz de las Letras, consideró que en la literatura española el humor se encuentra "muy perjudicado por estar ligado a lo local y antropológico y secuestrado por los estereotipos".

En un encuentro con periodistas, el autor de 'La verdad sobre el caso Savolta', Premio de la Crítica en 1975, explicó que el humor está hecho de "clichés regionales, lo que lleva a éste a un terreno costumbrista y de personajes populares, de donde es difícil sacarlo y llevarlo al terreno de la novela no costumbrista". Es este sentido, aclaró que "por eso a los catalanes, que no somos graciosos como tal, pueden permitirse el lujo de trabajar el humor a pico y pala, mientras los andaluces, como se presupone que lo son, no pueden trabajarlo".

El escritor barcelonés, que recientemente ha publicado el libro de cuentos 'Tres vidas de santos' (Seix Barral), precisó que intenta "cultivar el humor en sus obras, de forma paralela a otras novelas convencionales". Si bien, indicó que "es algo infrecuente en la literatura ver propuestas de humor, siendo muy raro en España".

En este sentido, señaló que sus propuestas intentan crear el humor "sin renunciar al tratamiento literario y a una presunción de cultura e inteligencia por parte del destinatario", mientras, generalmente, "el humor se deja en manos de alguien que va a los instintos más primarios, rozando lo chabacano o la parodia". Por ello, abogó por hacerlo "en dosis mínimas".

Asimismo, apuntó que "a veces el punto de partida es claramente humorístico, pero en otras plantea contar una historia desde un punto de vista donde el humor está presente como lo está en el pensamiento occidental, pues forma parte de la personalidad y cultura occidental, que se enfrenta al mundo con la reflexión, la memoria y con el humor".

'Tres vidas de santos' recoge tres cuentos del escritor catalán, "muy distintos", pues dos fueron escritos hace tiempo y el tercero fue después. 'La ballena', que parte del Congreso Eucarístico celebrado en Barcelona en 1952, es un relato biográfico, pues fue testigo de todo lo que sucede al inicio de la historia, si bien, aclaró que el resto es inventado.

"juego y experimento"

'El final de Dubslav' es un cuento "raro", dijo, confesando que "es el que menos ha gustado, ya que responde a los intereses del propio autor y no de los lectores". En su escritura se propuso no utilizar la palabra 'que', tomando el cuento como un juego, un experimento y una reflexión sobre el lenguaje.

Por último, el tercer cuento, 'El malentendido', es el de última elaboración, surgiendo tras volver a leer las obras de Henry James y su reflexión sobre la literatura.

El escritor explicó que la santidad de la que gozan los personajes tiene su explicación a posteriori, pues "no tienen nada que ver con la santidad entendida como tal, ya que su unión parte del título elegido, que ha marcado mucho la lectura y recepción de la obra", confesando que "acertó sin una proposición inicial".

En este sentido, afirmó que la vida de los santos tiene "tirón" en la sociedad y reconoció que "siempre se ha sentido un aficionado a éstas". Así, recordó que durante un tiempo estudió la vida de éstos, partiendo de su no creencia, requisito "imprescindible para abordar este asunto con objetividad", indicó.

"mártires laicos"

Asimismo, precisó que sus personajes pueden aparecer como "los santos laicos de hoy, a los que la sociedad sigue encomendado como entrenadores de fútbol o personajes de televisión, esperando de ellos milagros, consejos, o ejemplos".

Por otro lado, señaló que lucha y el sacrificio es lo que identifica a éstos, pues "subordinan todo a su ideal, un aspecto común entre los santos canónicos y los laicos". Así, señaló que "esto se da en los personajes admirados y famosetes de la televisión, los cuales desconoce, porque sólo son personas que han sacrificado su vida privada e intelectual a cambio de una gloria, como verdaderos mártires".

En su primera incursión en el cuento, aseguró que se trata de "un género que hay que conocer y trabajar, una predisposición que él no tiene, igual que le ocurre con la poesía". En este sentido, manifestó que "escribir no significa tocar todos los palos".

Por último, Mendoza, que hoy versará en Sevilla sobre 'Ficción, memoria y realidad', señaló que tenía que publicar los cuentos porque "no puede permitirse el lujo de tener escritos sin publicar, considerando la publicación como parte de la escritura".

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