Plan 0,0. Cero multas, cero infracciones. Es como los agentes de la Policía Municipal de Madrid han denominado a la huelga de celo que llevan realizando desde octubre. El plan tiene nombre de bebida sin alcohol, pero lo que ha provocado es, irónicamente, el efecto contrario: que el número de grados etílicos que se consumen en la calle aumente.

Esta huelga de celo policial, convocada por los sindicatos mayoritarios del cuerpo, CSIF, CC_OO, UGT, UPM y CPPM, consiste en la negativa de los agentes a realizar horas extraordinarias. Esto ha dejado muy mermado el número de patrullas que circulan a diario por la calle, lo que ha dado vía libre para que los jóvenes vuelvan a inundar las plazas de alcohol.

"Antes, las labores contra el botellón se hacían gracias a las horas extra. Pero como protesta por el empeoramiento de nuestras condiciones laborales ya no las hacemos. Cumplimos estrictamente nuestro deber y no ponemos multas. Nuestra labor es únicamente de seguridad", asegura Óscar Vioque, portavoz del CSIT.

"Desde noviembre hemos notado un auge del botellón, excepto este fin de semana, por la nevada", explica Isabel Rodríguez, portavoz de la Asociación de Vecinos del Centro. "Los jaleos se montan, sobre todo, en las plazas de San Ildefonso y de Carlos Cambronero. Los residentes llaman después a la Policía, pero la respuesta que les suelen dar es que no hay efectivos policiales suficientes", explica.

Zonas 'botelloneras'

Sin embargo, los focos del botellón ya no se concentran sólo en el Centro. Otros distritos, como Moncloa, también lo sufren, debido a las macrofiestas que se organizan en los entornos de Ciudad Universitaria y el Parque del Oeste. Según un portavoz de CC OO, esto ocurre también por la falta de efectivos, ya que, ante la escasez de plantilla en el Cuerpo (compuesta por unos 7.000 agentes) el Ayuntamiento ha desplazado a los policías desde los distritos de la periferia hasta el Centro.

Según el Consistorio, no hay datos oficiales sobre las horas extra que ha dejado de realizar la Policía, aunque fuentes del Área de Seguridad aseguran que muchos de ellos las están realizando, pero no quieren hacerlas públicas "por el chantaje de los sindicatos".

También destacan medidas tomadas durante este invierno para combatir las fiestas callejeras, como baldear las calles y plazas en las que se suele realizar esta práctica o la posibilidad que se ofrece a los multados de cambiar las sanciones económicas por trabajos sociales.

En todo 2009 el Consistorio interpuso 53.309 denuncias por la ingesta de alcohol en la vía pública.

"El conflicto se ha recrudecido"

Los policías municipales de Madrid comenzaron sus movilizaciones cuando el Gobierno local propuso modificar su jornada laboral y sus vacaciones anuales. Con el nuevo calendario, los agentes perderían días libres, según los sindicatos, que también denuncian la escasez de plantilla del Cuerpo.

Además, estas Navidades el conflicto se ha recrudecido debido a unos cambios de horario inesperados que han perjudicado a muchos agentes que ya tenían planificadas sus vacaciones.