Los desalojados del Patio Maravillas 'okupan' otro edificio en el mismo barrio

  • Los jóvenes han 'okupado' una casa situada en la calle Pez de Madrid.
  • La Policía les desalojó este martes del centro que autogestionaban desde hace dos años y medio.
  • FOTOGALERÍA: "El patio vive, la lucha sigue"
El nuevo inmueble de los colectivos del Patio Maravillas, en la calle Pez, 21.
El nuevo inmueble de los colectivos del Patio Maravillas, en la calle Pez, 21.
Cedida por Javier Pascual
El nuevo inmueble de los colectivos del Patio Maravillas, en la calle Pez, 21.

"Un desalojo, otra okupación", se escuchaba este martes unas horas después de que fuera desalojado el Patio Maravillas de Madrid, un recinto reconvertido hace dos años y medio en centro social por diversos colectivos de jóvenes.

Sólo 12 horas después de que la Policía desalojara el edificio de la calle Acuerdo, 8, en Malasaña, un portavoz del Patio Maravillas anunciaba que ya cuentan con un nuevo local donde desarrollar sus actividades culturales. Se trata de un inmueble abandonado desde hace varios años y situado en el número 21 de la calle Pez.

Según la misma fuente, el Patio 2 es un inmueble de viviendas antiguo y que está apuntalado, "aunque eso no significa que haya riesgo de derrumbe". De hecho, así lo han valorado arquitectos afines al proyecto en una primera visita al edificio.

En los próximos días, los nuevos okupantes se dedicarán a limpiarlo para que esté listo lo antes posible y así seguir con sus actividades y talleres.

Apoyados por los vecinos

Este martes la orden judicial para desalojar el Patio Maravillas se hizo efectiva. Poco después de que llegaran los agentes a la zona, a las 12.00 horas, se presentaban los primeros simpatizantes: un centenar de vecinos y amigos del proyecto mostraron su repulsa por el desalojo con el grito: "El patio vive, la lucha sigue". Por la tarde, llegarían a juntarse hasta 800 personas en una concentración en contra del desalojo celebrada en la plaza 2 de Mayo, según fuentes del colectivo.

"El Patio Maravillas era la aldea gala en medio del imperio comercial que se está convirtiendo la zona", decía Carlos, editor en paro y vecino de Malasaña, en referencia a las zonas comerciales de Triball o la calle Fuencarral. "Era un espacio de socialización alternativo, distinto a otros garitos de la zona, donde podías participar en un taller de reparación de bicis o de idiomas, por ejemplo", explicaba a 20minutos.es. "Era una alternativa gratuita y disponible para todos los vecinos a las actividades que hace la junta de distrito".

También a Patxi, camarero de 52 años y vecino "de toda la vida" de Malasaña, el desalojo le parecía "fatal". "Hoy en día está todo el mundo sacando tajada de todo y aquí venía la gente a aprender y a enseñar con la gente", contaba indignado.

"Hay que vivir aquí para saber lo que pasa", señalaba otro vecino, al tiempo que apuntaba que aunque al principio "no molestaban porque era una cosa muy suave, normal y todo el mundo lo admitía", pero que con el paso del tiempo, se han "montado historias de trapicheos" que no están relacionadas con el Patio Maravillas.

Casi tres años de historia

El Patio Maravillas, un espacio polivalente autogestionado, se ha convertido en casi tres años (lleva activo desde el 1 de julio de 2007) en referente indiscutible de la actividad cultural popular de Malasaña.

Inmerso en un prolongado proceso judicial que ha intentado varias veces su desalojo, el Patio Maravillas cuenta con la simpatía de muchos usuarios, que se han movilizado en Internet contra su cierre; pero también con la firme oposición de parte de los vecinos, que lo acusan de generar ruidos y suciedad y que incluso llegaron a colgar un vídeo en Youtube para denunciar sus actividades.

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