La joven austriaca Natascha Kampusch trató infructuosamente de escapar de su secuestrador en tres ocasiones antes de que en agosto de 2006 logrará por fin huir y poner fin a ocho años de cautiverio. Así lo indicó en declaraciones a la agencia APA Thomas Mühlbacher, el fiscal responsable de las investigaciones sobre el famoso caso de secuestro. "Hubo tres ocasiones que se pueden definir como intento de fuga", explicó el fiscal. Mühlbacher se refirió a una excursión de esquí en la que Kampusch intentó sin éxito llamar la atención de una turista y a otro intento de fuga desde un piso en el que se encontraba con su captor, Wolfgang Priklopil, quien se percató de las intenciones de la joven.

Fracaso por mal estado de salud

El tercer fallido intento se produjo en la casa de Priklopil, donde se ubicaba el zulo en la que la joven pasó encerrada parte de los ocho años de su cautiverio. En esa ocasión, Kampusch, que hoy tiene 21 años, fracasó debido a su mal estado de salud. "El intento fracasó porque ella no pudo más", indicó Mühlbacher, cuyas afirmaciones fueron confirmadas por el letrado de la joven, Gerald Ganzger. Lo que tanto Ganzger como Mühlbacher desmintieron son las afirmaciones de un semanario austríaco sobre que la joven logró escapar en dos ocasiones, pero acabó regresando a su captor de forma voluntaria.

Secuestrada a los 10 años

Kampusch fue secuestrada a los 10 años, cuando iba camino de la escuela, por un electricista que la recluyó en un diminuto zulo que había construido debajo del garaje de su casa en la localidad de Strasshof, a las afueras de Viena. El secuestrador, Wolfgang Priklopil, de 44 años, se suicidó arrojándose a las vías del tren pocas horas después de la huida de su víctima en 2006.