Cientos de personas esperan, entre resignadas e indignadas, este miércoles en la T1 del madrileño aeropuerto de Barajas para conocer qué pasa finalmente con sus vuelos con Air Comet, la compañía aérea que el pasado lunes anunció su cierre por las deudas.

No obstante, ya están en el aire o en destino, los tres primeros vuelos que salieron anoche y esta madrugada con destino a Buenos Aires, Lima y Bogotá.

Carolina Villacreces: "El jefe me prestó parte del dinero de los pasajes"

Carolina Villacreces, residente en Madrid, contó a 20minutos.es que lleva meses ahorrando los 1.600 euros que le han costado los pasajes de su madre y su hijo para ir a Colombia. Ella no viaja porque tiene que trabajar, pero sabe que a su madre le hacía ilusión pisar su tierra después de varios años sin ir.

Esta joven madre soltera aseguraba que al final "lo barato siempre sale caro". Le pidió dinero prestado a su jefe hace seis meses para poder comprar los billetes, dinero que ahora le está devolviendo poco a poco, y por no querer pagar un poco más en otra compañía cree que lo va a perder todo. "Llevamos dos días viviendo en el aeropuerto y ya estoy muy cansada", explicaba.

Daniel y Enrique: "Han estropeado el viaje de nuestros sueños"

Daniel y Enrique son amigos y padres de familia. Ambos contaban que se han dejado entre las dos familias unos 6.000 euros en pasajes para visitar Uruguay, su tierra natal, pero todo ha salido mal, y aseguraban que "han estropeado el viaje de nuestros sueños".

Residentes en Barcelona, llevan dos días viviendo por los suelos con sus hijos de 3 a 9 años y se quejan porque nadie les da una solución y no saben qué hacer. "Nos volveríamos a Barcelona a pasar la Navidad, pero tampoco nos dan un viaje de vuelta", cuentan. Además, aseguran que con los precios de la comida en el aeropuerto de Barajas no les da para alimentar a sus hijos. "Esta mañana nos hemos dejado más de 60 euros en desayunos, no podemos aguantar este ritmo", concluyeron.

Carlos y Azucena: "No me aseguran si podré volver y no quiero jugarme el trabajo"

Viven en Palma de Mallorca y Carlos lleva desde el martes por la tarde viviendo en Barajas con su amiga Azucena a la espera de saber qué pasará con sus vuelos a Ecuador. Carlos ya ha decidido no viajar, pero su amiga Azucena mantiene la ilusión de que finalmente todo se solucione. "No me aseguran si podré volver y no quiero jugarme el trabajo", explicaba Carlos. Éste iba a ser el viaje en que su madre conocería a su hija.

Isidro y Kenia: "Llevo todo el día intentando pillar un viaje a Cuba en otra compañía"

Isidro, residente en Brasil, contó que llegaron el martes y que "nos ha sido imposible buscar otro pasaje para viajar a Cuba. Todo está completo". Isidro añadió que "si no se soluciona volvemos con mi familia a Murcia y luego viajaremos a Brasil. "Esto es un despropósito. La gente está durmiendo por los suelos, los niños jugando en las puertas de embarque y la Policía en la puerta como si fuéramos delincuentes", explicaba.

Raúl Delgado

Raúl Delgado lleva más de tres años sin ver a su hermano Rafa, que se fue a vivir primero a EE UU y después a Colombia, donde reside actualmente. Por fin iba a pasar unas Navidades con su familia en España y además iba a conocer a un sobrino, que tiene ya un año.

Raúl explicó a 20minutos.es que compraron el billete de avión a su hermano en una oficina de Marsans y que Rafa tenía que salir desde el aeropuerto de Bogotá, pero cuando llegó allí "le dijeron que la aerolínea era española y había quebrado, pero no le dijeron nada más, no tienen nada de información al respecto y no van a hacer nada", por lo que no sabe por ahora si conseguirá ver a su hermano estas fiestas. "Lo peor es que al final no viene tu familiar", afirma.

De momento, Raúl espera este miércoles la larga cola de la oficina de atención al cliente que se ha habilitado en Campo de las Naciones para ver qué le dicen. Además del frío que están pasando los afectados, "vienen autobuses del aeropuerto llenos de gente, hay unas doscientas personas y lo peor es que hay gente con niños y gente mayor y ni siquiera nos dejan pasar a alguna sala". "Es un poco vergonzoso todo", critica.

"Mi hermano está totalmente indefenso allí, está en el aeropuerto de Bogotá con las maletas y allí dicen que no hay ningún avión" que le vaya a traer, concluye Raúl.