En los tiempos en los que la sequía medallística en los Juegos de Pekín o la edad de los titulares de las dos preseas logradas en los Mundiales de Berlín –Marta Domínguez, 34; Jesús Ángel García Bragado, 39– sugiere que, en términos de cantera, el atletismo español no atraviesa su mejor momento, en estos tiempos, y contradictoriamente, correr es un hábito de moda.

Ahí está el cada vez mayor número de carreras populares que, durante todo el año, reúne a miles de personas, una masa en la que la franja de edad más abundante frisa la treintena o la cuarentena. A la madurez, carreras.

Una demanda capaz de agotar las 29.000 inscripciones de la San Silvestre Vallecana en apenas siete días. O de generar una web como carreraspopulares.com, que en 2010 cumple su primera década de existencia y ya tramita unas 100.000 inscripciones de forma anual.

"Vuelven al deporte"

"La gente se centra en sus estudios y abandona la práctica deportiva hasta que alcanza una estabilidad laboral y vuelve a acercarse al deporte", considera Jesús España, campeón de Europa de 5.000 m (2006).

Y aunque, como bien apunta el mediofondista Arturo Casado, "también cada vez se entrena y se cuida más y se somete a una disciplina", es curioso el fenómeno presente que, hijo de la consola, percibe España: "En términos atléticos, la sociedad española es más sedentaria entre los chavales y más activa entre los mayores".

Más licencias que en 2004

De los 28.046 inscritos en la Vallecana en 2008, el 46% tenía entre 30 y 39 años. En 2007, con menos participantes (25.690), el porcentaje era similar.

En la barcelonesa Cursa dels Bombers de 2008, el 46,43% tenía entre 30 y 39 años. Según la Federación Española (RFEA), el número de licencias ha crecido en ocho años un 8,2%, de 19.764 (2004) a 20.722 (2009), un aumento alimentado por las licencias entre los veteranos.