El primer refugiado político por ser gay:"En Irán un gay sólo puede estar muerto"

  • Alí es el primer refugiado en España por una cuestión de orientación sexual, gracias a la ampliación de la Ley de Asilo Político.
  • Este iraní denuncia las condiciones de vida de los gays en su país.
  • Teme que el Gobierno iraní tome represalias contra su familia.
Alí, primera persona que logra asilo político en España por ser homosexual, posa frente a una bandera Iraní en la sede del Colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (Colega) de Málaga.
Alí, primera persona que logra asilo político en España por ser homosexual, posa frente a una bandera Iraní en la sede del Colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (Colega) de Málaga.
Jorge Zapata / EFE
Alí, primera persona que logra asilo político en España por ser homosexual, posa frente a una bandera Iraní en la sede del Colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (Colega) de Málaga.

"Un gay sólo puede estar muerto en Irán, nunca vivo". Son palabras de Alí, pseudónimo del primer refugiado político en España por cuestión de género y orientación sexual, tras la aprobación de la ampliación de la Ley de Asilo Político en la que se recoge esta circunstancia.

Este iraní de 36 años y residente en Málaga asegura que "un gay sólo puede estar muerto en Irán, nunca vivo". Así, explica que oculta su identidad por "miedo" a que el Gobierno iraní tome represalias contra su familia, que continúa en su país de origen, e incluso señaló que su hermano y su madre no saben su identidad sexual, porque no conoce su posible reacción ya que en Irán "ser gay no es bueno".

Del mismo modo, aseguró "estar muy feliz por poder vivir en libertad", e indicó que en Irán un hombre no puede compartir nada con otro hombre, "no puede ir a restaurantes ni andar con su pareja, nunca". Además, comentó que "en España se le entiende y hay muchas libertades", al tiempo que resaltó "estar ahora tranquilo", aunque matizó que mientras esperaba la resolución de su solicitud de asilo "estaba nervioso".

"Ahora no tengo pareja", señaló Alí, y comentó que cuando salió de Irán su pareja lo hizo también "aunque no pudimos hacerlo juntos". "Todo fue tan rápido que no sé en qué país está, aunque estoy siempre buscándolo, pero su teléfono no funciona", manifestó.

Alí relata cómo un día un estando en una fiesta gay la policía iraní irrumpió en la casa y "los golpeó y sacó de la vivienda a rastras". Tras ello, fueron metidos en calabozos donde fueron "torturados, agredidos, insultados y amenazados" durante seis días. Después, Alí tuvo que comprar un visado, con los ahorros de toda su vida, para salir del país, porque no podía volver a su trabajo en el servicio de empleo de Irán.

Tras esto, llegó a España y realizó un curso de formación profesional de cocina. Ahora busca trabajo para poder tener una vivienda y mantener su vida en el país. Ahora busca trabajo para poder tener una vivienda y mantener su vida en el país.

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