Según recoge la sentencia consultada por Europa Press, los procesados Gerardo Antonio B.S., Boris Javier S.D. y Eliana M.M. fueron condenados por un delito de robo con violencia e intimidación en concurso ideal con otro de allanamiento de morada a la pena para cada uno de tres años y medio de prisión.

Además, les impone por una falta de lesiones el pago de una multa de 90 euros. De igual modo, a Gerardo Antonio B.S. y a Boris Javier S.D. les impone por un delito de detención ilegal otros cuatro años de internamiento penitenciario.

Al cuarto procesado por este caso, identificado como Nieber H.C.J., la Audiencia le condena por un delito de robo con violencia e intimidación en concurso ideal con un delito de allanamiento de morada y por otro de detención ilegal en los que aplica la agravante de disfraz a la pena por los dos primeros de cuatro años y tres meses de prisión; por la detención ilegal cinco años de cárcel y por otra falta de lesiones una multa de 120 euros.

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Jaén también determina que, en concepto de responsabilidad civil, los condenados deberán indemnizar a la víctima en la cantidad de 5.056 euros.

En la vista, la víctima declaró que el día de los hechos, el pasado 23 de mayo, salió minutos antes de las 6,00 horas de su casa para dirigirse al trabajo, pero que le asaltaron dos personas —una de ellas encapuchada— y le obligaron a entrar nuevamente en el portal. Este hombre expuso que le tiraron al suelo y golpearon hasta que le introdujeron en el ascensor y, sin preguntar, pulsaron el botón que les condujo directamente a la planta en la que él vivía.

El denunciante aseguró en el juicio que, habiéndole quitado previamente sus llaves, entraron en su casa y, mientras que a él le ataron las manos y los pies y amordazaron en una habitación, esas dos personas recorrieron su casa "a sus anchas" cogiendo lo que querían.

Aproximadamente unos 20 minutos después, esas dos personas se fueron de la casa dejándole a él en la habitación y, transcurrido un cuarto de hora, consiguió quitarse las ataduras, según dijo. "Ahora no bajo tranquilo al trabajo, no estoy a gusto. Me han destrozado la vida a mi familia también", lamentó entonces.