En concreto, se trata de un total de 44 familias de las barriadas pacenses de Los Colorines y Cuestas del Orinaza que se encuentran acampadas a modo de protesta a las puertas de la Consejería de Infancia y Familia en Badajoz desde hace 22 días.

Según informó UPyD de Badajoz en nota de prensa, representantes del partido se reunieron hoy con las familias de Los Colorines para "recibir información de primera mano" sobre la situación actual que atraviesan.

Explicó que esta situación "de desamparo social debe ser solucionada lo antes posible por las administraciones que, según UPyD, no están haciendo todo lo que deberían para remediarla".

Estas familias viven en pisos de protección social en estas barriadas, por los que pagan un alquiler e incluso tienen derecho a compra. Pero estas viviendas "carecen de multitud de servicios básicos", como son el agua, la luz o la seguridad, debido a la "problemática del barrio donde están situadas".

Gente buena y mala

Al respecto, apuntó que el representante de la Plataforma 'Fuera de Los Colorines ya', Antonio Chacón, indicó que en una conversación mantenida con el coordinador local de UPyD, Juan Bejarano, éste señaló que "el peligro de Los Colorines es conocido por todos en Badajoz, hay gente buena y gente mala, como en todos sitios".

Añadió que estas familias "son gente buena que sólo quieren poder trabajar, llevar a sus hijos al colegio tranquilos y poder vivir con dignidad, como cualquier ciudadano". Además, precisó que cada caso tiene una situación "particular y debe ser estudiado", pero "para estos vecinos la situación es insostenible", subrayó..

Juan Bejarano manifestó también que está "muy preocupado" ante el problema social en que se encuentran estas familias, ya que, según dijo, le han contado "que han recibido amenazas de muerte, y que las mujeres tienen que mirar a todos lados cuando van a cruzar la calle para llevar a sus niños al colegio".

En su opinión, añadió, las administraciones "deberían hacer todo lo posible" por solucionar esta situación que están pasando estos vecinos, pero "no lo están haciendo". "Las familias dicen que les han dado de lado y les han dejado solos con el problema" y "todo el mundo tiene derecho a una vivienda digna", sentenció.