Lars Svensson, un político local de la ciudad de Landskrona, al sur de Suecia, ha decretado que su ayuntamiento sólo consentirá una 'boda inmigrante cada mes'. La polémica medida es resultado de las quejas presentadas por los vecinos, quienes califican estas bodas como "muy ruidosas".
"No queremos tener demasiadas", declaró Svensson, quien además quiso especificar a qué se refería al hablar de 'boda inmigrante'. El político sueco especificó que no se refería a los ciudadanos de otras ciudades europeas, como informan desde The Local.se.
Según lo que explicó, parece que el tipo de celebración (normalmente multitudinaria) de ciertas bodas, es la razón fundamental de la restricción: "Entre los residentes de la ciudad, se cuentan muchos kurdos y palestinos. En sus bodas pueden reunirse entre 400 y 500 invitados (...)".
Svensson quiso dejar claro que el origen de la medida radicaba en las múltiples quejas procedentes de los ciudadanos, que califican estas bodas de "ruidosas y desordenadas".
El decreto ha generado una fuerte controversia. Algunos señalan que la medida es discriminatoria, pero el político ha querido defenderse y se justifica diciendo que lo ha hecho para mantener un balance, "que es lo que refleja el carácter de la comunidad".
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