El pequeño comercio del centro de Madrid se muere por las obras y la crisis

  • Medio centenar de tiendas no han podido sobrevivir.
  • General Ricardos se lleva la peor parte.
  • Las ventas de los que quedan han caído el 30%
Gerardo Tarín frente a su floristería, cercada por las obras y las zanjas.
Gerardo Tarín frente a su floristería, cercada por las obras y las zanjas.
JORGE PARÍS
Gerardo Tarín frente a su floristería, cercada por las obras y las zanjas.

Han librado muchas batallas (grandes superficies, horarios comerciales, tiendas de chinos...), pero han perdido la guerra. Ésa es la realidad del medio centenar de comerciantes de Serrano y General Ricardos que han bajado la persiana de sus negocios por culpa de las obras. "Nos han dado la puntilla", explicaba este jueves Rafael Yuste, dueño de la sastrería del número 23 de Serrano, y que el próximo mes de febrero (en cuanto agote las existencias) cerrará para siempre, después de tres décadas vistiendo a madrileños.

Y no es el único que renuncia por culpa de las zanjas. Según pudo comprobar 20 minutos, tan sólo unos metros más arriba, a la altura del número 27, "se alquilan" dos locales en los que hasta este verano había sendos negocios. "Eran dos firmas portuguesas recién llegadas que no lo han superado", aclara José Luis García, el portero.

"En las zonas en obras las ventas han caído hasta un 30%, y la media de pérdidas por causa de la crisis es del 11% en lo que va de año", apostillan desde la asociación Acotex.

"Al desdoblar ayer una camisa blanca para un cliente... estaba totalmente negra por el polvo que entra", se lamenta Rosa, dependienta en otro de los negocios de confección de la céntrica calle y que debe al Ayuntamiento de Madrid una "intoxicación por culpa del alquitrán" que respira.

Afortunadamente podrán darse un respiro. El Consistorio va a paralizar las obras hasta después de Reyes. Pero esto no evitará que las grandes firmas sigan llevando las colecciones a casa de las buenas clientas para evitar que metan un pie en la zanja.

Pero el relativo optimismo que ya se extiende por Serrano contrasta con la desesperación que se vive en General Ricardos. "Desde que hace seis meses empezaron las obras (Plan E) han cerrado 42 tiendas desde Urgell a Marqués de Vadillo", afirma Jesús Pastor, dueño de una tienda de confección que no superará las Navidades.

"Tengo casi 60.000 euros de deuda. El género no se vende". Normal, porque los clientes no pueden llegar a los comercios, como le pasa a Gerardo Tarín, al que excavadoras y radiales han dejado cercado.

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