Nicolas Cage, en horas bajas tras la muerte de su padre y su ruina financiera

  • El actor ha presentado en EE UU su nueva película, cuando pasa por un mal momento personal y económico.
  • Nicolas Cage afirma que de no ser actor habría sido pescador y no descarta dedicarse a ello cuando se retire del mundo del cine.
  • Asegura que tiene buen recuerdo de Penélope Cruz y que no le extrañó que le dieran el Oscar, ni que reciba otro en el futuro.
Nicolas Cage, en una imagen de archivo.
Nicolas Cage, en una imagen de archivo.
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Nicolas Cage, en una imagen de archivo.

A pesar de ser uno de los actores con más tirón del mundo, Nicolas Cage admite que de no haberse dedicado al cine "probablemente sería pescador", dijo al revelar algunas facetas de su personalidad, en medio de una delicada situación financiera y de haber sufrido recientemente la muerte de su padre.

El actor, de 45 años, ganador del premio Óscar por Leaving Las Vegas (1995), se presenta a la entrevista con traje negro, camisa blanca y rostro serio y ojeroso. Tiene muy reciente tanto el fallecimiento de August Coppola, su padre, como sus problemas económicos, que le han llevado a demandar al ex administrador de sus negocios por encaminarle "hacia la ruina financiera".

El actor debe más de seis millones de dólares a la hacienda estadounidense y le acaban de embargar dos casas valoradas en 6,8 millones de dólares. "Entiendo que me preguntes por ello, pero no tengo la libertad de discutirlo porque es un asunto legal", se excusó Cage.

Sus ojos azules, sin embargo, despiertan cuando habla de sus pasiones, como el mar y la pesca. "No pienso hacer cine toda la vida", afirmó. "No debería decirlo porque nunca se sabe, pero tengo otros intereses. Por ahora no me canso de actuar y seguiré en ello hasta cuando pueda, pero de no haberme dedicado a esto, probablemente sería pescador. Disfruto del mar y, sobre todo, de la tranquilidad y la soledad de quien pesca. Me encanta", agregó.

Cage estrena mañana en EE UU Bad Lieutenant: Port Of Call New Orleans, de Werner Herzog, en el que comparte cartel con Eva Mendes y Val Kilmer. En el filme interpreta a un detective que investiga un crimen mientras hace frente a sus fuertes dolores de espalda, que le llevan a pasarse al uso de las drogas para mitigar el sufrimiento.

"Es una película atrevida y valiente", comentó. "Fue una decisión salvaje hacerla. Pero creo que las cosas que merecen la pena hacer son aquellas que conllevan cierto elemento de riesgo. Normalmente busco cosas que me asusten, cosas que tema y que me hagan dudar, pero que al dar el paso me ofrezcan experiencias importantes", reflexionó.

El actor está acostumbrado a las críticas: "Intento no leer nunca las críticas, pero no dejan de dármelas a pesar de que les digo que no lo hagan", apuntó Cage, que no puede evitar cierta tirria hacia quienes ejercen esa profesión. "Siempre he tenido una relación cercana con el público, no tanto con los críticos. He aprendido a no tomarme nada de lo que digan como algo personal", añadió.

Por otra parte, recordó su experiencia a la hora de trabajar con Penélope Cruz en La mandolina del Capitán Corelli. "Me pareció una persona genial: agradable, divertida y con un sentido del humor excelente. No me extraña que ganase el Oscar, tiene mucho talento. Estoy seguro de que ganará alguno más".

Cage, reconoció además que la relación que guarda con España se limita a sus museos y al vino. "El Prado se lleva la palma. Tiene la mejor colección de pinturas al óleo del mundo. Me puedo pasar el día allí y acabar la jornada con un vaso de vino. Siempre hago lo mismo", concluyó.

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