Los hechos se remontan a 2002 en un paraje de Hoyo de Manzanares, conocido como El Palancar, una zona militar en donde había anidado una pareja estable de águilas que empollaban un huevo a término, en donde se iniciaron unas maniobras, que la acusación vinculó con el vuelo de las aves y la pérdida del aguilucho.

Los tres militares de carrera del Ejército de Tierra acusados de presunto delito contra la fauna y la flora, José Ignacio Alvarez García, César de Cea Quijano y Maximiliano Moliterni, han sido absueltos por el Juzgado de lo Penal número 19 de Madrid declarando de oficio las costas procesales.

En el texto de la sentencia, con fecha de 30 de junio de 2005, , se compara este caso con el momento de la construcción de una carretera en los aledaños del Parque Natural de Monfragüe (Cáceres). En ese territorio había águilas imperiales que criaron a 200 metros de una zona donde se estaba construyendo una carretera "en plena época de nidificación", según la sentencia, en donde se añade que, estudiado el caso, "no se puede por tanto decir, sin lugar a dudas, cual fue tal causa".

Para la juez, "no consta probado que la causa de interrupción de la incubación al huevo por abandono del nido por parte del Aguila Imperial hayan sido las prácticas de las maniobras militares"