"Es necesaria una financiación del desarrollo, no son medidas unilaterales o de seguridad las que permitirán resolver estos problemas", señaló Konaré en una rueda de prensa en la que subrayó que "esta cuestión afecta a toda Africa y a toda Europa".

10.000 millones anuales para África

El Ejecutivo comunitario presentó este miércoles un plan que prevé una inversión suplementaria de 10.000 millones de euros anuales para Africa y que por vez primera ha sido diseñado en estrecha colaboración con los países africanos y las organizaciones regionales y tiene el apoyo de todos los Estados miembros de la UE, según el comisario europeo para el Desarrollo, Louis Michel.

La viga maestra es la construcción de infraestructuras de transportes -carreteras y ferrocarriles-, energía y telecomunicaciones que vertebren a los estados africanos internamente, pero también a escala regional.

En paralelo, Bruselas pretende promocionar el sector privado y del comercio entre países africanos, al tiempo que proveer ayudas específicas para la lucha contra el sida y otras epidemias, el buen gobierno o el desarrollo de mecanismos de paz y seguridad en manos de las organizaciones regionales y de la Unión Africana.

"Hay que atacar los problemas en su raíz, la pobreza, el analfabetismo, el buen gobierno y el desarrollo económico y social", señaló en la rueda de prensa el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso.

Según Durao Barroso, hay que dejar de lado las grandes declaraciones políticas y buscar "resultados concretos".

Los presupuestos, determinantes

El presidente del Ejecutivo comunitario advirtió también de que la UE "no estará en la medida de honrar sus compromisos con sus vecinos africanos" si no logra aprobar su presupuesto para 2007-2013 de aquí a finales de año.

El plan, según el cual la mitad de la ayuda que destine la UE al desarrollo será para Africa, también prevé un "ambicioso diálogo político" entre la UA y la Unión Europea.

"Los jóvenes que vemos hoy afrontar las alambradas y los muros no son unos gamberros, no son unos bandidos, son el reflejo del empobrecimiento y de la exigencia de solidaridad", afirmó.

Barroso también apoyó la iniciativa, y recalcó que "no es un problema de algunos países del sur de Europa, sobre todo España. Es un problema que debemos afrontar juntos". El presidente de la Comisión rescató la idea de celebrar una cumbre de líderes de la UE y africanos, y recordó que los africanos que han protagonizado los asaltos sobre las fronteras de Ceuta y Melilla "buscan trabajo".

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