Los padres del niño de nueve años con obesidad mórbida, Luis Montoya y Margarita Gabarres, han anunciaron este martes en el despacho de su letrado, que no van a entregar "voluntariamente" al menor a la Xunta y piden una "solución pactada" con el Gobierno gallego.

En una propuesta remitida al servicio de Familia y Menores, el letrado reclama que el menor "continúe tutelado por sus padres", bajo el control periódico del endocrino y miembro de la Junta Directiva del Colegio Médico de Ourense, Jesús Manuel Suárez. Según el letrado, después de mes y medio de dieta, en el que el menor ha adelgazado más de diez kilos, hasta alcanzar los 70 kilos que pesa en la actualidad, "no tiene sentido que ingrese, al desaparecer el motivo del mismo".

Una alimentación basada en productos a la plancha, cocidos, verduras, además de la supresión de toda la bollería, es parte de la dieta que sigue, en estos momentos, el pequeño, bajo la tutela familiar y del endocrino.

Después de rechazar la medida cautelar para evitar el internamiento del niño en el centro de menores, Rodríguez alega que no se trata de un caso de obesidad extrema, si bien reconoce que los padres son "conscientes de las consecuencias" y de una situación de "desobediencia", para incidir en la existencia de otras alternativas.

"Sabemos que tiene un problema y conocemos las consecuencias, pero no creemos que sea motivo suficiente para arrancar a nuestro pequeño de la tutela y compañía permanente", según costa en el escrito. En el caso de que la propuesta no salga adelante, Rodríguez Díaz anunció que la familia reconsiderará su postura, "siempre actuando en el interés de nuestro hijo".

Por su parte, Montoya, quien rechazó en todo momento una situación de desamparo, hizo un llamamiento a la Xunta para que no le quiten la tutela del menor. "Quería que me devolvieran la tutela", un argumento que sostuvo también la madre, quien aseguró que el pequeño cuenta con el apoyo de toda la familia y que seguirán con su dieta. "Que me dejen tener al niño en mi casa y que valoren el escrito", reclamó el padre, en relación a una situación, en la que, por encima de todo, "somos sus padres".

Enseñarle a comer

Fuentes judiciales aseguran que no van a retirar la custodia de este niño de 9 años y 70 kilos de peso a sus padres, sino que quieren enseñarles cómo deben alimentarle. También proponen someter al pequeño a un tratamiento para perder peso.

El abogado les ha transmitido la preocupación del juez por mantenerlo escondido: su salud empeora, no va al colegio y ellos mismos se enfrentan a la justicia. Sin olvidar las secuelas psicológicas que está acarreando el tira y afloja entre la familia y la Xunta.

Crisis respiratorias

Por culpa de la obesidad, el pequeño ha acudido varias veces al hospital con crisis respiratorias y ha necesitado oxígeno. Y en un futuro sufre el riesgo de padecer diabetes o problemas cardíacos.

Moisés ya ha puesto de su parte, con 5 años llegó a los 83 kilos, pero a punto de cumplir 10, ha adelgazado hasta los 70. Aún así sigue pesando más del doble de un niño normal.