La patronal Pimec Girona llevará a cabo una prueba piloto en algunos comercios de la ciudad para demostrar que la reorganización de los horarios laborales es posible y rentable. Los comercios que se sumen a la prueba dejarán abiertos sus establecimientos al mediodía, o bien reducirán el tiempo de cierre en esta franja del día, y lo compensarán cerrando antes por las tardes.

Según explica la coordinadora de Pimec Comercio Girona, Marta Julià, el objetivo es "trabajar la sensibilización con una estrategia de cambio". Julià se muestra convencida de que la prueba piloto funciona y otros comercios se suman a ella. Todavía se está estudiando en qué barrios de la ciudad se realizará, pero de momento han mostrado interés tanto los comerciantes del casco antiguo como los de la zona de l'Eixample.

Julià reconoce que la dificultad más grande que encontrarán es la resistencia al cambio de muchos comercios en los que solamente hay un trabajador, pero insiste en que tendrán que demostrarles a estos comerciantes que la propuesta de Pimec "es rentable".

La investigación se enmarca dentro de un estudio realizado por la misma patronal sobre la 'Racionalización de los horarios comerciales en la ciudad de Girona', que analiza la realidad comercial para elaborar una propuesta mejorada de horarios comerciales --una reivindicación histórica del sector-- para mejorar la conciliación laboral y familiar.

El estudio detecta cuatro vectores que sitúan al comercio en desventaja delante de otros sectores de la actividad económica: la jornada laboral partida entre mañana y tarde, la falta de reconocimiento social, el nivel de retribución salarial bajo, y una falta de perspectiva de carrera profesional.

En este sentido, el presidente de Pimec Girona, Iñaki Frade, asegura que la competitividad de una ciudad se encuentra "en la capacidad que tiene ésta de dar servicio". Por su parte, la concejala responsable de comercio del ayuntamiento de Girona, Cristina Alsina, reconoce que el tema de los horarios "es una asignatura pendiente en la ciudad, ya que los horarios que funcionaban hace unos años, ahora hay que replantearlos".

Según el estudio --que parte de una encuesta realizada a 163 personas entre clientes, comerciantes y empleados-- el sector del comercio de Girona está muy profesionalizado, aunque cuenta con una rotación elevada y la mayor parte de sus trabajadores no tiene vocación. Además, en la mayoría de los casos, las jornadas laborales superan las 40 horas semanales.