Murcia blinda su costa con tres radares fijos antipateras

  • También estrenó este jueves una estación de vigilancia con cámaras térmicas.
  • Hasta ahora sólo había dos todoterrenos que detectan movimientos a 30 millas.
  • En lo que va de año han llegado a aguas murcianas 499 inmigrantes.

Desde ayer funcionan en algún punto de la costa de la Región tres radares fijos y una estación con sensor optrónico (con cámaras térmicas) para detectar la llegada de pateras al litoral. Los cuatro serán controlados desde una central en la Comandancia de la quinta zona de la Guardia Civil de Murcia.

Este Sistema Integrado de Vigilancia Exterior, conocido con las siglas SIVE, ya funciona en la costa de Almería.Pero la Delegación del Gobierno de Murcia advierte de que no ha conseguido frenar la llegada de cayucos.

Este año, han sido interceptados en la costa almeriense 2.103 inmigrantes en busca del Dorado. Esa cifra cuadruplica el número de personas que han sido detenidas, con iguales intenciones, en Murcia (499).

A los tres radares fijos, más el que tiene cámaras térmicas, se suman los dos camiones todoterrenos que hasta ahora vigilaban la costa y que son capaces de detectar movimientos en el mar a 30 millas de distancia.

La mayoría, de Argelia

La mayor parte de los inmigrantes que llegan a las costas de la Región en pateras, lo hacen en los meses de verano y son argelinos.

En cuanto es detectada una patera, Cruz Roja, Guardia Civil y Protección Civil les proporcionan vestido, alimento y atención sanitaria. De ahí, los detenidos pasan a disposición policial, son identificados y luego, enviados a un centro de internamiento.

Como existe un convenio entre Argelia yEspaña, una vez identificados, son devueltos a su país, en apenas unas horas.

Prometidos hace dos años

La Delegación del Gobierno de Murcia anunció en 2007 la entrada en funcionamiento, para junio de este año, de tres radares fijos para detectar pateras; una estación sensora y un centro de mando en la Comandancia de la Guardia Civil. La construcción y puesta en marcha de las instalaciones las ha hecho la empresa Indra, que ha cobrado por ello 7,1 millones de € al Ministerio del Interior.

"No quiero volver a ver un cayuco en toda mi vida"

Abdulay es guineano, tiene 25 años y llegó a España en patera. En el cayuco en el que salió de Mauritania en 2006, venía junto a otras 38 personas y todos llegaron vivos. A Abdulay se le quiebra la voz cuando recuerda las tres noches que pasó en la embarcación. «Yo nunca había visto el agua. El segundo día, perdí la cabeza. Vomitaba en el mar, pero muchos lo hacían dentro del cayuco». Lo peor es que al llegar a España, a Abdulay se le desvaneció el sueño de una vida mejor. «Era feliz en Guinea. Aquí me va fatal». Por eso, asegura que no le dirá a nadie que haga lo que él hizo. «Que me escuchen bien, yo no quiero volver a ver un cayuco en toda mi vida».

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