"Al final, lo más difícil de un viaje alrededor del mundo es tomar la decisión de hacerlo"

Ignacio Izquierdo responde desde algún lugar de Laos. Él es creador del blog Crónicas de una cámara, ganador en la categoría de Expatriado en la cuarta edición de los Premios 20Blogs. Está dando la vuelta al mundo: ha recorrido Rusia, Mongolia, Tíbet, Nepal, Myanmar, Vietnam, Camboya, Laos, y se dirige hacia Tailandia.

Le invitamos a que se presente

¡Hola a todos! Mi nombre es Ignacio Izquierdo, un torrejonero de 31 años que ahora mismito os escribe desde Laos como parada de un viaje alrededor del mundo que estoy intentando hacer y que se puede seguir en Crónicas de una Cámara. Antes de dejar mi otra vida a un lado y embarcarme en este viaje, vivía tranquilamente en Torrejón de Ardoz (Madrid) donde he pasado la mayor parte de mi vida. Soy Ingeniero de Telecomunicaciones; finalicé mis estudios en Karlsruhe, Alemania, donde se me encendieron las ganas de viajar y conocer el mundo. Me mudé a trabajar a Londres, donde comencé a escribir un blog (hace ya más de tres años) para después pasar casi un año en Japón. Volver a la realidad tras el País del Sol Naciente sonaba demasiado duro, así que me decidí a utilizar mi tiempo para juntar dos de mis pasiones: viajar y hacer fotos.

¿Por qué se decidió a abrir un blog? En su primer post da a entender que se había cansado de enviar correos electrónicos a sus amigos.

No exactamente. Desde que me fui de Madrid para terminar mis estudios en Alemania ya torturaba a mis familiares y amigos con correos electrónicos demasiado largos. Fue cuestión de evolución natural al mudarme a Londres. Era mucho más cómodo abrir un blog, me permitía contacto con quien le apeteciera sin tener que inundar el correo de los conocidos, que por aquel entonces estaba bastante más limitado en cuestión de espacio. Además era un lugar perfecto para mostrar fotos e incluso podría haber quien, en el anonimato, encontrara útil la información que iba escribiendo. Nunca se sabe.

¿Se considera fotógrafo, escritor, viajero, bloguero...?

Me parece que todas esas palabras me quedan demasiado grandes. Especialmente las de fotógrafo y escritor. Me queda demasiado por aprender. Dejémoslo en un viajero que hace fotos e intenta, por ahora, hacer un cuaderno de viajes.

¿Cuál es su su vocación?

Estudié Telecomunicaciones, pero mi vocación fue siempre artística. Dibujo desde pequeño, estuve en clases de pintura y trabajaba con óleos, acuarelas, acrílicos y haciendo cómics de manera totalmente amateur. En algún momento llegó la fotografía para no irse.

¿Estudió fotografía?

Nunca estudié oficialmente ningún curso de fotografía. Todo lo que he aprendido ha sido de manera autodidacta, leyendo libros, buscando tutoriales por Internet, curioseando en muchas webs, preguntando mucho... y haciendo muchas fotos. Parece obvio, pero mucha gente piensa que basta con comprarse una cámara digital y voila! todo es magia. Pues no. Hay mucha prueba y error detrás de las fotos.

¿Qué cámara usa?

De momento, una Nikon D80 que lleva quizás demasiados trotes en sus cuatro años de vida. Ha subido glaciares; ha pasado de los fríos a los calores más extremos. Antes del viaje ya había recorrido unos cuantos países, soportando lluvias, aguantando calores. Es una cámara de combate.

Le está dando la vuelta al mundo, ¿de dónde saca el dinero?

Pues de momento estoy utilizando los ahorros acumulados tras unos cuantos años de trabajo. Por otro lado, viajo con un presupuesto bajo, así que no me doy demasiados lujos. Todo económico, el alojamiento, el transporte, la comida...

¿Qué le impulsa a hacer ese viaje?

La curiosidad principalmente. Siempre quise ver más, conocer más, pero un viaje así parecía inviable. Luego llegó la envidia, cuando conocí a gente que tampoco tenía demasiados medios y que se había lanzado a hacerlo sin ningún problema. Al final, lo más difícil del viaje fue tomar la decisión. Siempre hay demasiados motivos para no hacerlo.

Leyéndolo, me recuerda un poco a los personajes de El cielo protector, ¿cree que lo interesante del viaje está en el trayecto y no en el destino?

Por supuesto. Lo interesante de viajar está precisamente en eso, en viajar, conocer, ver, comparar, aprender. Cuando llegas, solo queda lo que has hecho, lo que has vivido. Si la cuestión fuera dar la vuelta al mundo, se puede hacer mucho más rápido, cuatro aviones y a otra cosa mariposa. Lo mejor de viajar durante más tiempo es que te da tiempo a disfrutar todo, a disfrutar de cada día. Yo, que antes tenía la agenda con planes para los siguientes meses, ya no hago planes para más de dos o tres días.

¿Tiene muchas dificultades para conectarse a Internet?

Depende del sitio. Hay muchos países donde los gobiernos intentan tener un control exhaustivo sobre Internet y muchas webs aparecen bloqueadas, como en China o Myanmar. En este último, además, las infraestructuras son bastante malas y la conexión es desesperantemente lenta. Reservar un vuelo para salir del país puede llevarte fácilmente una hora. En general, en el momento que sales de núcleos importantes, te despides de Internet. Y te das cuenta de la dependencia que tenemos (o al menos yo) con estar conectado.

¿De dónde saca tiempo para el blog? Cuando yo hago viajes largos, ¡apenas tengo tiempo para dormir!

Pues sacrificando horas de sueño. Viajo con un portátil y suelo trabajar con las fotos por las tardes/noches y dejarlas preparadas en una memoria USB, por si encuentro conexión en algún momento. Igual el texto, intento ir dándole forma antes de conectarme. Me lo suelo tomar con calma: la velocidad media me permite subir 10-12 fotos por hora. De vez en cuando el cuerpo te pide parar un poco; no puedes estar todos los días, a todas horas, en la calle. Aprovecho esos momentos para actualizar el blog.

¿Qué cree que aportan sus imágenes y sus experiencias a la blogósfera?

Es una manera de compartir mi viaje con quien quiera. Para algunos es como tener una pequeña ventana desde donde ver mundo, acercarse a lugares desconocidos o que solo los imaginaba. Para otros es recordar sus viajes a esos mismo lugares, sus sensaciones. Al final, creo que sigue siendo un blog bastante personal.

¿Cuál ha sido su post de más éxito? ¿El más polémico? ¿El que le dió más trabajo?

Hasta la fecha, los posts no generan demasiada polémica, de lo cual me alegro. El post con más éxito, atendiendo al número de comentarios, creo que es aquel dónde anunciaba que me iba a dar la vuelta al mundo. A la hora de crearlos, los que más trabajo tienen son los que llevan parte de historia. Me preocupa que no se entiendan bien y que sean una maraña de nombres y datos que aburran al más interesado. Hay otros en los que las fotografías me llevaron muchísimo tiempo: en el caso del post de los templos de Angkor estuve siete días haciendo fotos y casi otra semana seleccionando y procesando las fotos.

¿Viaja solo?

Pues teóricamente viajo solo, pero en la práctica me encuentro con más gente de la que pensaba en un principio. A veces incluso cuesta estar solo. En mi caso particular, me gusta pasar el día a mi aire, pero intento enganchar con gente, generalmente otros viajeros, para cenar.

¿Hasta dónde o hasta cuándo durará el viaje?

¡Hasta que el dinero aguante! De momento durara unos meses más, tal y como estaba previsto, terminando de recorrer el sureste asiático para visitar Nueva Zelanda y hacer alguna parada en EE UU. En teoría, terminará sobre marzo del año que viene. Hagan sus apuestas.

Leyendo el subtítulo de su blog, ¿llegará la hora de sentar cabeza?

De eso habrá que preocuparse cuando llegue el momento. :)

He visto que, entre viaje y viaje, vuelve a España, ¿cómo se siente en esos regresos? ¿Se siente 'Expatriado'?

Pues siempre vuelvo a España con muchas ganas. Me encantan los reencuentros que saben a que no ha pasado el tiempo, me encanta pasear por los sitios que ya conozco, perderme por Madrid y por las tiendas de cómics, intentar ver a mil amigos, disfrutar con la comida, hacer las cosas que me gustaba hacer. Curiosamente, cada vez que vuelvo soy más extranjero, me siento muchas veces un observador más. Llega un momento en que no eres de ningún sitio. Es un poco la maldición del viajero.

¿Escribir el blog lo ha cambiado?

Muchísimo. Sobre todo en la manera de ver el mundo. En la manera de escribir, que hace que, involuntariamente, te fijes en los detalles. Me obliga, además, a esforzarme a mejorar e ir mejorando la manera de hacer fotos. Es una oportunidad fantástica para conocer a muchísima gente.

¿Qué le supone el Premio 20Blogs?

¡Una alegría! Espero que valga para que mucha más gente se anime a pasar por la web y a quedarse. Es una motivación extra para seguir haciendo algo que me encanta.