El próximo destino: la Tierra Esmeralda

  • Irlanda del Norte ofrece paisajes, gastronomía y fiestas.
  • Las montañas del Mourne inspiraron las Crónicas de Narnia.
  • Belfast se abre al visitante como una ciudad renovada.
Carric-a-rede-Rope, puente colgante en la isla de Rathlin.
Carric-a-rede-Rope, puente colgante en la isla de Rathlin.
Carric-a-rede-Rope, puente colgante en la isla de Rathlin.

Isla, verde, acantilados, diversión, lagos, música... son algunas de las primeras imágenes que le vienen a uno a la cabeza cuando piensa en Irlanda del Norte. Después, cuando el deseo ya es patente, y se propone visitar el país empiezan las dudas. ¿A dónde vamos?

En la mayoría de los casos Belfast es el inicio o el final de muchos de los trayectos que surcan la Tierra Esmeralda.

Belfast, la capital de Irlanda de Norte, se ha reinventado. Ha resurgido con toda la fuerza que sus vecinos han ido acumulando a lo largo de los años y ahora invitan a disfrutar de todos sus tesoros.

Y son muchos, no crean. Una vez que uno se aposenta en el hotel no hay tiempo ni para dejar las maletas.  Hay varias rutas más que recomendablespara empaparse de Irlanda. Por ejemplo, la de San Patricio y el patrimonio cristiano. Es una buena manera de seguir los pasos del patrón de Irlanda.

Las montañas del Mourne es otro de los itinerarios. Son las más altas de Irlanda del Norte y fueron la inspiración para las Crónicas de Narnia.

Si hay energía y se suben los casi 840 metros que mide el pico más elevado, el Slieve Donard, se puede contemplar en un día soleado gran parte de Irlanda del Norte además de las costas escocesas. Si el ascenso a la cima se hace muy cuesta arriba siempre se puede optar por pasear por el valle del Silencio, rodeado de parques naturales, ríos y lagos

La Calzada del Gigante es patrimonio de la humanidad y es una ruta de alrededor de unos veinte kilómetros que aglutina lugares emblemáticos como el puente de Carric-a-rede-Rope, o puente colgante, en la isla de Rathlin. La calzada está formada por más de cuarenta mil columnas hexagonales de origen volcánico.

La ciudad amurallada de Derry, es otra de las alternativas. Data de 1450 y está situada a orillas del río Foyle. Sus murallas todavía se conservan lozanas desde que fueron construidas en el siglo XVII para defender las riquezas de los ingleses y escoceses asentados en el Ulster.

Después del recorrido se puede descansar en uno de los hoteles más distinguidos de Irlanda del Norte, el Culloden, en Belfast. Un remanso de paz, salpicado de mucha comodidad.

Para los que continúen y decidan adentrarse en las tierras del sur para ir hasta Dublín,  sólo les separan dos horas de tren, pero las vistas en el recorrido merecen la pena.

Una vez en la capital de Irlanda, un hotel con mucho encanto para alojarse  es el Marion.

Dublín es una de las ciudades con más marcha del Norte de Europa. Pero si el bullicio es exagerado siempre queda la posibilidad de regalarse los oídos con un poco de música.

En esta época del año una de las mejores alternativas está un poco más al sur, en la ciudad de Cork, donde se celebra casi el mejor festival de Jazz del país. Del 19 al 26 de octubre son las fechas en las que artistas como Kurt Elling, Monty Alexander o Jack DeJohenetette pasarán por Cork.

  • Más información: Turismo de Irlanda: www.turismodeirlanda.com. Tel.: 91 745 64 20.
    Vuelos: Desde Madrid a Dublín: www.aerlingus.com, www.ryanair.com, www.iberia.es.
    Desde Madrid también hay vuelos a Cork con Aerlingus y Shannon con Ryanair. Desde Barcelona: Aerlingus e Iberia. Desde Barcelona también puedes volar a Belfast con Aerlingus y www.easyjet.com y a Cork con aerlingus. Desde Málaga hay vuelos a Belfast con Aerlingus.
Desde Barcelona: aerlingus.com e iberia.es.
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